Rosa Susana Testé Rodríguez, estudiante de primer año de Periodismo, Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Tema: Daniel Saavedra argumenta que es pertinente planear el reportaje en función de seis puntos: “1-Historia: cómo se relaciona el pasado con lo que sucede hoy; 2-Alcance: qué tan generalizado y variado es el fenómeno, a quien afecta y de qué manera; 3-Causas: por qué motivo ocurre hoy ese hecho; 4-Impacto: cuáles son las consecuencias; 5- Contracomentario: qué dicen y hacen fuerzas contrarias; 6-Futuro: qué podría suceder en ciertos casos y si no se resuelve el problema en cuestión”.
El periodismo interpretativo es el último estilo periodístico que se conoce. Es la búsqueda de un equilibrio entre la opinión pura y la información tradicionalmente llamada objetiva, aunque sabemos que no es tal. Esta manera de hacer periodismo satisface la necesidad de informar al lector mientras abre el espacio para la reflexión.
Acerca de los orígenes del periodismo interpretativo, el profesor José Luis Martínez Albertos, catedrático Emérito de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), asegura: “El periodismo de explicación, o también periodismo interpretativo o periodismo en profundidad, surge a escala mundial en los años posteriores a la II Guerra Mundial y se mantiene vigente en la actualidad, en sus líneas generales. Surge como consecuencia de la evolución interna del periodismo informativo, que tiene su gran momento en el período comprendido entre ambas guerras mundiales, y como una necesidad competitiva de la prensa escrita frente al periodismo radiofónico y televisivo”. (1)
El periodismo interpretativo nace como un puente entre el estilo informativo y el opinático. El propósito del periodismo de investigación, como algunos autores le llaman, es analizar, explicar y profundizar en el hecho, además de provocar un criterio individual en los lectores.
Abraham Santibáñez, periodista titulado de la Universidad de Chile y colaborador en diversos medios sobre temas periodísticos, ha dedicado, junto a la práctica del periodismo, una parte importante de su vida al análisis del periodismo interpretativo.
Este autor plantea como función básica de dicho periodismo, la necesidad de brindar un servicio al hombre atareado, urgido de un estudio oportuno de los hechos: “La complejidad del lenguaje especializado hace todavía más importante esta función de traductor de los informes que surgen de todos los ámbitos de la noticia”. (2)
Añade que el hombre moderno quiere saber si sube o baja el precio del maíz o del petróleo, pero más le interesa estar al corriente de cómo repercutirá en su vida. El individuo actual desea conocer qué representa para su vida y para su sustento los altos y bajos de la economía.
La solución a las necesidades de la realidad actual es brindar un servicio completo a los lectores saturados por las responsabilidades de la vida moderna, quienes disponen de poco tiempo para informarse y muchas veces lo hacen en condiciones no ideales, como en autobuses o paradas de estos. Por esto, los teóricos plantean que la publicación de noticias no solo debe informar el hecho, sino estudiar todas las aristas del tema, buscar los orígenes, explicar mediante las diversas opiniones y puntos de vista el acontecimiento, para así entregar un producto final de más alto nivel conceptual.
El periodismo de profundidad “no es información en el sentido tradicional más estrecho porque no se limita a dar cuenta de un hecho o acontecimiento, sino que trata de profundizar y explicárselo al lector, incluyéndolo dentro del marco de referencia más amplio (contexto) y señalando sus raíces y eventuales proyecciones. Tampoco es opinión, porque en esencia trata de que las afirmaciones que se incluyan, tengan respaldo, sean atribuidas a personas con autoridad para emitirlas, y no sean simples comentarios desde el punto de vista personal o ideológico del autor”, afirma Santibáñez.
Iraida Calzadilla, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, asegura que los medios de prensa debían detenerse en este análisis: “Va resultando cada vez más agotador ser “bombardeados” por noticieros en los que prevalece o bien la nota escueta, desprovista de contexto, notas que parecen salir de la nada y nada decir, ni aportar, ni informar ni orientar; o la opinión que más que persuasiva es impositiva, y con ello se convierte en puente roto en el camino hacia el entendimiento. Opinión que más de las veces se rechaza por su verborrea expositiva y apocalíptica, sin que medie balanza alguna ni ofrezca oportunidad al público para disentir. En ambos casos, cuando desvestimos las circunstancias de explicación y equilibrio, estamos construyendo mensajes incompletos”. (3)
La forma de vida de nuestros días se ve necesitada de situar los acontecimientos en un contexto determinado, darle sentido mediante distintas voces y, por último, entregárselo al lector no especializado, que llegará a sus conclusiones a través de los juicios expresados en el trabajo leído. En el periodismo interpretativo el periodista debe ser muy cauto, muy mesurado en sus opiniones personales, más gana el autor cuando éstas quedan implícitas en las diferentes perspectivas de los entrevistados.
En el periodismo de interpretación, el reportaje juega un papel protagonista. Este responde a todas las preguntas de la interpretación, va desde el qué, hasta el cómo y por qué y para qué del asunto.
Martín Vivaldi dice: "El término reportaje es una voz francesa con raíces inglesas, que realmente proviene del latín y que llevado al español es "Reportare": que significa traer o llevar una noticia. Y según la voz francesa Compte réude, se describe como la información recabada de algún hecho, situación o viaje escrito por un reportero. (4)
El buen reportaje analiza el hecho en todas sus dimensiones, va al pasado en busca de los orígenes y las causas, estudia el presente desde las perspectivas de los protagonistas del hecho, quiénes están a favor y en contra y, además, propone soluciones a los problemas.
“El reportaje es una información con carácter profundo; divulga un acontecimiento de actualidad pero amplia e investiga mucho más que la noticia. El reportaje narra lo que sucede”, así lo señala Eduardo Ulibarri, en su libro Idea y vida del reportaje. (5)
El estudioso del tema, Daniel Saavedra (6), explica que el reportaje se planea en seis puntos fundamentales, el primero de ellos es la historia, es decir, cómo se relaciona el pasado con la actualidad.
Es necesario buscar los antecedentes del problema abordado. ¿Qué generó lo que sucede hoy? La historia, según la analiza Saavedra, es el puente entre lo que genera los hechos y el hecho mismo.
Por ejemplo, en el reportaje Soy Pinareño ¿Y Qué?, de la estudiante cubana de Periodismo, Karlienys Calzadilla Padilla (7), la autora analiza como antecedente que los pinareños son utilizados como referentes en el humor, y esto ha dado lugar a que los tilden de tontos y despistados.
El reportaje es una historia narrada desde todos sus ángulos. Se plantea un tema actual, o vinculado a la actualidad, después: la búsqueda de los antecedentes y, además, se aventuran proyecciones. “El reportaje es la forma periodística que comunica, explica, analiza y examina los hechos y profundiza en todos los sucesos que narra”, asegura Jose Antonio Benítez, periodista cubano, autor del libro Técnica periodística, (8)
El segundo punto analizado por Saavedra es el Alcance, o sea, qué tan generalizado y variado es fenómeno, a quién afecta y de qué manera. Analizando estas interrogantes, el suceso no se percibirá como un hecho aislado, por el contrario, formará parte de una realidad general, la cual concierne a la sociedad.
“El reportaje es necesario contextualizarlo. Situarlo en tiempo y espacio y, sobre todo, destacar el factor humano, mediante testimonios y opiniones de personas vinculadas al tema en cuestión”, explica Rafael Arzuaga, periodista del semanario El Habanero.
En el reportaje Memorias de un sobreviviente, de Eduardo González Martínez (9), estudiante cubano de Periodismo, para contextualizar el hecho: Deterioro de las instalaciones y terrenos de la Escuela Comunitaria Deportiva “El Pontón” de Centro Habana. Él analiza el avance del movimiento deportivo a pesar de las dificultades y aporte creciente de la instalación a la comunidad para su bienestar físico y la recreación.
La causa es el tercer filtro por el que debe pasar un reportaje para cumplir su función de informar e interpretar, indica Saavedra, y “para conocer las causas de cualquier fenómeno, es obligatorio remontarse al pasado, indagar e investigar es menester a la hora de analizar las causas de un suceso”, asegura Roberto Castellano, periodista cubano de la agencia de noticias Prensa Latina.
El cuarto punto en la planificación del reportaje es el impacto: consecuencias del hecho en el presente. En el reportaje A la caza de emociones, de Susana Testé (10), estudiante cubana de Periodismo, se demuestra que los emos, nueva moda en la juventud mundial, quienes llevan como máxima la autoflagelación y el suicidio, son la respuesta a la violencia característica de la sociedad moderna y la tendencia de esta a agruparse y catalogarse a través de los grupos sociales.
Contracomentarios es el quinto punto analizado por Daniel Saavedra en la arquitectura del reportaje. En este género, la voz del periodista se vislumbra mediante las opiniones de los entrevistados, muchas veces los juicios de estos apuntan en direcciones opuestas. El redactor ofrece un amplio abanico de miradas para que el lector arribe a sus conclusiones después de conocer un tema íntegramente.
José Antonio Benítez en el análisis del reportaje se refiere al contrapunto y asevera que para interpretar, analizar y explicar, es imprescindible la indagación, la pesquisa y, además, tener en cuenta los disímiles actores inmersos en un escenario.
Saavedra analiza el futuro como el sexto y último punto de la planificación del reportaje, entiéndase este como las proyecciones. “En estas, generalmente, se proponen soluciones a la problemática del reportaje”, sostiene Michel Contreras, periodista del semanario El Habanero.
Elsa Pelegrín, directora del Canal de Televisión de la Agencia de Información Nacional (AIN), expresa: “En algunos casos resulta imposible ofrecer vías de solución, especialmente cuando se trata de un tema muy polémico y de gran peso social. Cuando esto sucede, se puede dejar abierta una ventana al futuro, es decir, dar un final de suspenso al reportaje y retomar el tema en otro momento”
El reportaje es una respuesta completa a la demanda de información y orientación de la sociedad moderna, sobre esto explica Iraida Calzadilla: “Debemos aceptar que recibir información no es equivalente en todos los casos a poseer conocimientos (…) en no pocas ocasiones esa sobreabundante y masiva información de que se dispone se vuelve anodina al no saber cómo interpretarla.
Mediante el análisis de estos seis puntos se logrará un reportaje completo y ameno, que cumpla con la función principal del periodismo interpretativo: informar, y provocar al lector para que se forme un juicio o valoración sobre el tema en cuestión.
Bibliografía:
(1) Martínez Albertos, José Luis: Artículo sobre periodismo interpretativo. En: http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=9950&cat=medioinfomacion. Consultado: 6/6/2009.
(2) Santibáñez, Abraham: Periodismo interpretativo y nuevo periodismo. ¿Una cuestión de estilo? [documento digital].
(3) Calzadilla Rodríguez, Iraida: Interpretar los sabores y olores de la vida misma. En: http://islalsur.blogia.com/2007/092504-interpretar-los-sabores- y-olores-de-la-vida-misma.php. Consultado: 14/7/2009.
(4) Vivaldi, Martín Gonzalo. Géneros periodísticos, Prisma, Primera edición mexicana, pp. 394.
(5) Ulibarri, Eduardo, Idea y vida del reportaje, Editorial Trillas, Primera edición, enero 1994.
(6) Saavedra, Daniel: En :http//Esquina al Sur.com Consultado: 3/4/2009.
(7) Calzadilla, Karlyenis. Soy pinareño, ¿y qué? En: http://islalsur.blogia.com/ -Soy-pinareño-y-qué.php Consultado: 3/8/2009.
(8) Benítez, José Antonio. Técnica periodística, p.162, Editorial Pueblo y Educación. 1983.
(9)González, Eduardo. Memorias de un sobreviviente. En: http://islalsur.blogia.com/ Consultado: 3/8/2009.
(10) Testé, Susana. A la caza de emociones. En: http://islalsur.blogia.com/- A-la-caza-de-emociones.php Consultado: 6/8/2009.
Fuentes directas:
Michel Contreras, periodista de El Habanero
Rafael Arzuaga, periodista de El Habanero.
Roberto Castellano, periodista de Prensa Latina.
Elsa Pelegrín, directora del Canal de Televisión de la Agencia de Información Nacional.
http://islalsur.blogia.com/2009/090301-una-historia-en-seis-puntos.php
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Lic. Rosa Cristina Báez Valdes
"La Polilla Cubana"
miércoles, 9 de septiembre de 2009
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