Nueva vanguardia enfrenta burguesía

De: Ronnie Huete

Tegucigalpa. Claudicar es una consigna inexistente entre la fuerza popular del Frente Nacional en Contra del golpe de Estado puesto que sus fuerzas se nutren en los barrios populosos del Distrito Central.

Las marchas multitudinarias abren paso a la construcción de una nueva era que concentra su fuerza de lucha en la instalación de una democracia participativa mediante la Asamblea Nacional Constituyente.

Los pobladores salen de sus habitaciones a medio construir por la falta de ingresos que no les permite aspirar a una vida digna, pero esto no les obstaculiza para recibir las multitudinarias marchas de la Resistencia.

El escuchar las consignas de los manifestantes de la Resistencia les hace comprender que su grave situación económica se debe a una minoría oligarca que les ha expropiado las oportunidades de vivir en mejores condiciones.

Unificarse a las movilizaciones masivas, es un primer paso en que los hondureños oprimidos podrán desaparecer el sistema del yugo capitalista que ha sometido su fuerza de trabajo y aniquilado su espíritu emprendedor.

Sin embargo, la nueva era en Honduras hará desaparecer está diferencia de clases, puesto que el enfrentamiento entre los que salen en las paginas sociales de los diarios de los oligarcas y de los pobres, que titulan los sucesos de los medios de comunicación golpistas, se está debilitando.

De nada sirve la pega de afiches millonarios de los candidatos presidenciales que como siempre bajo su padrinazgo de la cúpula empresarial derrochan millones del erario público.

No reconocer estas elecciones que propicia la burguesía es construir una nueva patria bajo los esquemas que atañen a la población que por años ha sido ignorada.

El bipartidismo político de Porfirio Lobo y Elvin Santos está fracasando puesto que los últimos acontecimientos de masivas violaciones a los derechos humanos, censura y una serie de arbitrariedades en detrimento de los hondureños, son circunstancias que desacreditan su discurso demagógico.

La reciente visita que realizo el Frente de Resistencia al barrio Suyapa en donde los accesos vitales de un ser humano son inexistentes demuestran la indolencia política de los que salen en los medios de comunicación, preocupados por resolver las carencias de los hondureños.

El acceso de las calles intransitables no fue un obstáculo para la resistencia y a medida que los manifestantes se introdujeron en el sector observaron letrinas, techos de cartón, construcciones fabricadas de adobe u otro material inadecuado para vivir dignamente.

Una fuerte emoción de los habitantes al observar el apoyo de la resistencia borro las lagrimas de la tristeza que por años han mantenido los habitantes de Suyapa, por la terrible exclusión en la que han estado sometidos.

Este nueve de septiembre los habitantes de Suyapa dijeron, si a la organización popular para enfrentar a la burguesía mediante acciones sociales de fuerza resistente para disminuir gradualmente la pobreza en que viven.

El fascismo perpetrado por la marioneta de Roberto Micheletti no es un temor para las poblaciones, quienes en los últimos años han sido engañados por el alcalde Ricardo Álvarez bajo la simbología burlesca de “techos dignos,” cuyo material intenta eliminar su inoperancia como alcalde.

Este parto político del ex presidente de Honduras Ricardo Maduro está preocupado puesto que su campaña de “techos dignos” ha enfurecido a la población, ya que los recursos usurpados de la municipalidad capitalina son una mofa de las verdaderas obras que se puedan hacer.

Este fascismo tiene claro que la lucha que está naciendo en las calles, en los barrios mal llamados marginales y que ahora representan la vanguardia de Honduras, está debilitando las acciones maquiavélicas de Micheletti y su cuerpo de represión militar.

Debido a esta fuerza indetenible revolucionaria, la cúpula empresarial se reúne a diario en largas reuniones nocturnas bajo un temor de perder su usurero poder.

La majestuosidad de las residencias de los burgueses se ha convertido en centros de análisis para enfrentar a la masiva fuerza de los barrios organizados, que no darán ni un paso atrás hasta construir la Asamblea Nacional Constituyente en medio de una sociedad más justa.