Condena periodística hacia Vida Abundante

From: Ronnie Huete Salgado

Tegucigalpa. El tres de septiembre de 2009 se desarrolló en Honduras una manifestación pacífica exigiendo el retorno del presidente de Honduras Manuel Zelaya quien fue secuestrado del país en un claro golpe de estado perpetrado por militares, la cúpula religiosa, empresarios y algunos políticos.

Este hecho ha generado una serie de manifestaciones pacificas coordinadas por el Frente de Resistencia Nacional en Contra del Golpe de Estado.

Específicamente el día tres de septiembre la marcha partió de la Universidad Pedagógica Francisco Morazán hacia el parque el obelisco de Comayagüela.

En el transcurso de la manifestación se hicieron varias paradas entre las que se destacó las instalaciones de la iglesia evangélica Vida Abundante en donde los protestantes procedieron a expresarse de forma pacífica.

Como periodista colaborador de la agencia internacional de Prensa Latina me dispuse a dar cobertura del evento, sin embargo un grupo de empleados de la institución procedieron violentamente hacia mi persona con la intención de coartarme el libre ejercicio del periodismo.

Una de las empleadas de la institución religiosa intento arrebatarme la grabadora digital con laque realizo mis entrevistas.

Luego de este hecho un grupo de elementos de la seguridad privada de Vida Abundante quisieron consumar el acto de la empleada, quien junto a otros miembros de la institución religiosa empezaron a gritarme que yo era un extranjero y que recibía un salario por tomarles fotos a ellos.

Como periodista desmiento lo dicho por estas personas y condeno sus acciones violentas que en nada pregonan a la paz que los caracteriza, sin embargo sus actos contradicen lo que predican hacia afuera.

Por tal motivo culpo al pastor Evelio Reyes quien es el líder religioso de Vida Abundante por esta acción abrupta cometida hacia mi integridad física, puesto que cumplo con un deber periodístico de archivar la historia que ocurre a diario en Honduras.

Personalmente estoy sorprendido por la actitud de estas personas ya que su fe en Dios no les permite actuar de esta forma con su prójimo.

El querer decomisar o destruir el equipo periodístico de un corresponsal es un acto que reprime aún más la censura que se vive en el actual régimen fascista de Roberto Micheletti.

Hago un llamado a la reflexión al pastor Evelio Reyes para que asesore a sus empleados en relación al trato que deben de propiciar a un prójimo, independientemente al gremio que represente ya que ante los ojos de Dios todos ser humano es igual.

“Nadie se sienta menos. Nadie maldiga a nadie. Nadie desdeñe a nadie. La cumbre espiritual del hombre ha sido el retorno al abrazo de las cosas humildes.”

Alfonso Guillen Zelaya.