miércoles, 23 de septiembre de 2009

La Resistencia

Por Jorge Sagastume  
Pate pluma en resistencia  

La resistencia se ha creado en la calle. Es un novedoso hilo conductor en la construcción de ciudadanía.  Es el maestro ad honoren que nos enseña encarecidamente a como defender nuestros derechos, a exigirlos vehementemente. Es una especie de espíritu emancipador, inclaudicable. La resistencia es una nueva forma de cultura popular reivindicativa, pues es la suma y la intersección de organizaciones e individuos cargados de sueños y de un sentimiento combativo crepitando ya en el alma de los pueblos marginados.  La Resistencia carcome los sueños de las familias que gobiernan con visión patrimonial, los mismos que se han turnado el manejo de la cosa pública a su antojo. Es el antídoto del poder fáctico. La Resistencia es un puño de esperanza alentando a los débiles, a los excluidos y a los incluidos si poder de decisión. La Resistencia es una avenida transitada y en construcción hacia la libertad. Es un salvo conducto, un pasaporte blindado de este nuevo movimiento social.  

La Resistencia tiene muchas formas de expresarse, de reinventarse: en la calle es masa y canto, voz viva, lava sagrada, recipiente de ideas. En los medios alternativos cada denuncia y pronunciamiento son atajos de alegría, de esperanza, es una lluvia de sol cuyos rayos irradian cada rincón de la patria. En las casas, en los barrios, aldeas y caseríos, es un movimiento incandescente.  
La resistencia es dignidad. Es un derecho irreversible, irrenunciable, irrevocable. Es una nueva forma de hacer patria y de reinventarla. Es la plataforma inmarcesible de la reivindicación de nuestros más elementales derechos. La resistencia es la savia de la nueva constituyente.  

La piel de la resistencia es de acero. Las esquirlas de sus ideales se esparcen por doquier y cada día son recogidas por un nuevo soldado de la libertad. Es el polen de esta nueva cultura política aletargada con los años, pero que ha revivido  y se ha regenerado con un solo canto de alegría. Es una voz pujante, íntegra, que rebota en cada horizonte y donde hay un hombre, una mujer, un joven está presente, la hace suya.  

La resistencia es pluralidad. Es una amalgama de pensamientos y disentimientos perfectamente hilvanados para crear un nuevo orden de cosas. La resistencia es la necesaria e imprescindible ojiva de esta nueva identidad social.

Tegucigalpa MDC, a 88 días del golpe militar.  

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