From: Tropique
Tegucigalpa. Agencias. | 12 septiembre del 2009
Estados Unidos ha suspendido el visado de entrada a ese país al presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, entre otras autoridades, en una medida que busca aumentar la presión para lograr el regreso al poder del gobernante Manuel Zelaya.
Washington ejerce presión sobre el Gobierno interino de Honduras y reclama la vuelta al poder de Zelaya, depuesto en un golpe militar el 28 de junio cuando se disponía a celebrar una consulta popular para establecer la reelección presidencial, prohibida por la Constitución.
"Recibimos cartas del consulado de Estados Unidos en Honduras donde dice que por situaciones de lo que ha pasado el 28 de junio se nos suspende la visa. Por lo consiguiente, ya no tenemos nosotros ni la visa diplomática ni la visa de turismo", dijo Micheletti, en declaraciones a la emisora local HRN.
Washington también canceló los visados de entrada a Estados Unidos a los funcionarios de facto, canciller Carlos López Contreras, la vicecanciller Martha Alvarado, los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General y el Fiscal Adjunto del Ministerio Público, entre otros.
La medida también afecta a un grupo de diputados y empresarios, dijo a Reuters la legisladora Marcia Villeda, una colaboradora cercana de Micheletti.
Lo que sí le molestó es que la nota enviada por el consulado estadounidense le dio el título de presidente del Congreso, en el que se desempeñaba antes del golpe de estado.
"Me molestó que la nota está dirigida a Roberto Micheletti, presidente del Congreso, ni siquiera dice señor presidente de la república o lo que sea", afirmó.
Micheletti señaló que "la decisión de Estados Unidos no cambia en nada mi situación porque no estoy dispuesto a retroceder en lo que ocurrió en Honduras".
Sostuvo asimismo que "Estados Unidos siempre ha sido amigo de Honduras y que lo seguirá siendo por la eternidad, a pesar de las medidas que ha está aplicado después de lo sucedido".
Pero dijo que "tales determinaciones "sólo indignan a Honduras porque del pueblo está interesado en lo que pasó en Honduras".
Micheletti advirtió que el Acuerdo de San José propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias, que media en el conflicto hondureño, "no puede firmarse si no se basa en la Constitución de Honduras".
Micheletti permanece desde el viernes en San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, participando en actos sociales.
El ministro de Información del régimen interino, René Zepeda, dijo este sábado a la AP que "esperamos que la visa de al menos otros 1.000 funcionarios públicos sea retirada en los próximos días por Estados Unidos... eso ya lo tenemos previsto".
Washington suspendió la visa en julio a cuatro funcionarios aliados de Micheletti, entre ellos el ministro de facto de Defensa, Lionel Sevilla, quien se desempeñó en esa cartera como viceministro de Zelaya, y el magistrado de la Corte Suprema, Tomás Arita.
Sin embargo, Micheletti aseguró que no cederá a las presiones de Washington, que anteriormente suspendió la emisión de visados a no inmigrantes en Honduras y una ayuda de unos 30 millones de dólares.
"Esto es una demostración más de la presión que está ejerciendo Estados Unidos de Norteamérica en contra de nuestro país. Sin embargo, no vamos a dar un paso atrás. La dignidad no tiene precio en nuestro país", agregó.
Micheletti rechazó antes una propuesta del llamado acuerdo de San José del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, respaldada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que exhorta a la restitución al poder de Zelaya.
El Gobierno de facto dijo estar dispuesto a afrontar sanciones internacionales, pero insiste en que no permitirá el regreso al poder de Zelaya, que se encuentra en el exilio en Nicaragua.
La carta del consulado de Estados Unidos a Micheletti -a la que Reuters tuvo acceso- dice que "el Departamento de Estado reconoce la necesidad de medidas fuertes a raíz de la continua resistencia del gobierno de facto de aceptar el acuerdo de San José y del fracaso continuo para restaurar el Gobierno democrático y constitucional de Honduras".
La OEA suspendió a Honduras tras el golpe y sus países miembros suspendieron relaciones diplomáticas. El Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) cancelaron desembolsos y la entrega de recursos a la empobrecida nación centroamericana.
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