viernes, 14 de agosto de 2009

Sólo falta que para los golpistas Dios sea ateo y el diablo sea cristiano.

De: Oscar Vargas

En tiempos de definición pues, definámonos; dejémonos de eufemismos y llamemos las cosas por su nombre. Los golpistas y su coro mediático hacen malabares con el lenguaje para ocultar lo que está a la vista y repiten tantas veces sus mentiras que terminarán creyéndoselas. Es cosa de ellos. Pretenden, por todos los medios, que las palabras pierdan el sentido que deban tener vaciándolas de significado. Pero la realidad es una.

Como quien dice llamemos al pan, pan y al golpe, golpe. Así, sin rodeos. Los golpistas quieren disfrazar inútilmente la realidad con eufemismos. Por ejemplo: Las tres palabras: Golpe de Estado les resultan desagradables a sus oídos y las sustituyen por otras que aluden indirectamente el mismo significado. Ellos le llaman sucesión presidencial a la aberración cometida contra nuestra patria el pasado 28 de junio. Presidente interino es en realidad un usurpador. Presidente de facto es mala palabra, tanto es así que los periodistas hondureños o internacionales que cubren la Casa Presidencial o que asisten una conferencia de prensa convocada por los golpistas, jamás se dirigen a Micheletti como: Señor Golpista o cosa parecida; nada de eso. Que ni se atrevan.

Para los golpistas democracia y dictadura son sinónimos aunque para usted y para mi sean opuestos. El señor Enrique Ortez Colindres, quien fue Ministro de Relaciones Exteriores los primeros tres días de este gobierno golpista, en uno de sus enredos ante la prensa, dijo que lo que había habido en Honduras era “un golpe democrático”. Ja. Vaya manera tan genial de definir un cuartelazo.

El tirano llama cuatro revoltosos a los miles y miles de hombres y mujeres que conforman la resistencia contra el golpe. Cuéntennos bien.
Los manifestantes son turbas, nunca hondureños valientes que luchan por derribar un régimen opresor. Gloriosas Fuerzas Armadas se llama al ejército asesino que reprime y dispara inmisericorde contra su pueblo que se manifiesta pacíficamente.

En cualquier país serio Estado de Sitio es eso y no Toque de Queda. En este régimen el término Espurio equivale a legítimo. Opresión es libertad. Llaman lealtad a la traición.

A la violación de los derechos humanos le llaman aquí respeto a las leyes. Loco es todo aquel que lucha por un mundo mejor, por un país en el que haya verdadera democracia. Si es así, entonces somos siete millones de locos.

Respetar la constitución es pasársela por donde mejor les parece, violarla es respetarla. Restablecer el imperio de la ley y el orden es en mi patria es reprimir a sangre y fuego a quienes la defienden de la ignominia. Allá en mi barrio a eso le llaman represión, tiranía.

Paz significa silenciar a todo el mundo, comprar verdades y vender mentiras. A las balas asesinas se les llama balas de goma.
A la solidaridad de otros países amigos le llaman intromisión de Chávez, comunismo.

Sólo falta que para los golpistas Dios sea ateo y el diablo sea cristiano.

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