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El Departamento de Estado de EE.UU, confía que una solución negociada es la forma más idónea para avanzar y contribuir con una salida pacífica a la crisis, a través del Acuerdo de San José.
El gobierno de Estados Unidos anunció este martes la suspensión del servicio de visas para los hondureños no inmigrantes, y detalló que sólo se tramitarán los casos de emergencia. La medida busca presionar al gobierno de facto de Roberto Micheletti a aceptar una salida negociada y brindar apoyo a la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se encuentra en el país centroamericano, anunció el Departamento de Estado.
Como apoyo a la actual misión de cancilleres de la región en Tegucigalpa, el Departamento de Estado decidió "revisar totalmente nuestra política de visas en Honduras", señaló un comunicado.
"Como parte de esa revisión, vamos a suspender los servicios de visa no urgentes, para los no inmigrantes, en la sección consular de nuestra embajada en Honduras, a partir del 26 de agosto", señaló el texto de la Cancillería.
"Creemos firmemente que una solución negociada es la forma apropiada para avanzar y que el Acuerdo de San José es la mejor solución", añadió el reporte.
De igual modo reiteró su "condena" al golpe de Estado del 28 de junio que derrocó al presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya.
El acuerdo de San José, de 11 puntos, fue propuesto en julio pasado por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias y busca la restitución del hilo constitucional mediante la creación de un gobierno de unidad, liderado por el presidente legítimo, Manuel Zelaya, algo que es rechazado de raíz por la administración de facto. Tanto Zelaya como representantes de su gobierno, han dicho en reiteradas oportunidades que aceptan el tratado.
Otro de los puntos que plantea este documento es el otorgamiento de amnistías para los delitos políticos cometidos antes y después del 28 de junio, la renuncia a convocar a una asamblea nacional constituyente o reformar la constitución y el adelantamiento de las elecciones.
La delegación de la OEA llegó el lunes a Honduras a las 08H30 locales (14h30 GMT) al aeropuerto Toncontín, sur de Tegucigalpa, en un avión de la Armada de Estados Unidos, y fue recibida con honores militares, en la base de la Fuerza Aérea Hondureña, al costado sureste de la terminal.
El grupo que acompaña al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza está conformado por los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana; México; Patricia Espinosa; Costa Rica, Bruno Stagno; Jamaica, Kenneth Baugh; Canadá, Peter Kent; Panamá, Juan Carlos Varela y el embajador dominicano ante la OEA, Virgilio Alcantara.
Insulza llega a la nación en condición de miembro de la comisión, más no de Secretario General, por imposición de Micheletti, a quien se le tratará de convencer nuevamente de dejar el poder y aceptar el acuerdo de San José que exige la restitución de Manuel Zelaya.
El lunes se reunieron con movimientos sociales y políticos a favor de la restitución de Zelaya y este martes fueron recibidos por Micheletti, quien volvió a negarse al retorno del mandatario constitucional y aseguró que las elecciones generales del próximo 29 de noviembre se realizarán "nos reconozcan los países del mundo o no nos reconozcan".
"Vamos a elecciones el 29 de noviembre. Yo le pido a Dios que sean masivas, estamos incitando a la población para que vaya todo el mundo a votar, para que garanticemos que en este país queremos vivir en democracia", subrayó Micheletti durante una reunión en la Casa Presidencial con la misión de cancilleres de la OEA y con el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.
Micheletti también expresó que en Honduras los tres poderes del Estado "están trabajando, cumpliendo con sus obligaciones" y advirtió: "no tenemos miedo al embargo de nadie, ya analizamos con toda tranquilidad, con toda firmeza que este país puede salir adelante sin apoyo de ustedes y de otros países".
"Sabemos que vamos a sufrir consecuencias graves, ya nos han enviado los mensajes, pero tenemos fe en el supremo creador de que no nos va a dejar solos, tenemos fe en Dios que la posición de nuestro país es simplemente defendiendo nuestra democracia, no afectándola", subrayó uno de los autores del golpe de Estado contra Manuel Zelaya.
Varios gobiernos latinoamericanos, entre ellos el de Venezuela, han exigido a EE.UU. que ejerza más presión contra el Ejecutivo ilegítimo.
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