miércoles, 19 de agosto de 2009

Micheletti tras los pasos de Noriega, ¡qué crisis!

From: Roberto Quesada

Amig@s:
Les invito a leer mi artículo de hoy:
http://www.tiempo.hn/editoriales/dados-y-dardos

Saludos,

Micheletti tras los pasos de Noriega, ¡qué crisis!

“Aquellos que no estudian su Historia están condenados a repetirla”. — Anónimo.

El gobierno de facto cada vez va más lejos en su irrespeto a la comunidad internacional. No tienen ningún interés en el plan Arias ni ningún otro plan sino que bajo pretexto de que las elecciones espurias no sirven de nada perpetuarse en el poder cual Franco, Mussolini, Carías, Trujillo o Stroessner, Ubico, Batista, Somoza, Pinochet… por ello juegan con la OEA postergándoles las citas y queriendo imponerle pautas a la Organización.

Micheletti reta y se burla de los Estados Unidos, piensa que los demócratas son más blandos y cuidadosos para las intervenciones en otros países, esa tortilla en cualquier momento se les puede dar vuelta.

A Micheletti sólo le falta blandir un machete para ser el mismo Noriega (gobernante de facto de Panamá entre 1983 hasta 1989), que en Panamá desafiaba a los Estados Unidos. Acaba de decir sobre el embajador Llorens: “Parece que se fue de vacaciones, según tengo entendido, pero replegaron el asta y su bandera en la Embajada, así que ojalá y no vuelva”. No es de extrañar, ya que recién ejecutado el golpe de Estado, su Canciller de facto dijo que: “Obama era un negrito que no sabía nada de nada”. También ha puesto a sus verdugos intelectuales, como Juan Ramón Martínez, a escribir en contra del embajador de Estados Unidos y del gobierno del presidente Obama. Tal parece que la sed del poder los tiene cegados y creen que pueden enfrentarse al mundo y derrotarlo.

Y como los dictadores dictan, Micheletti ahora ha pasado a convertirse en jefe de prensa y a ordenar qué palabras usar y cuáles no, tal es caso de la palabra ‘crisis’ que quieren sacarla de circulación, cuando la crisis apenas está comenzando.

Las Fuerzas Armadas cada día se hunden más en el fango (para usar una palabra elegante). No respetan en absoluto la libertad de prensa ni los derechos humanos, y no digamos la Constitución de la República. Demostrado recientemente con la paliza propinada al periodista de Radio Progreso Gustavo Cardoza y al reportero Julio Umaña, de diario Tiempo (el diario tan democrático que hasta los columnistas y “analistas” golpistas tienen cabida). También desfiguraron el rostro de otros compatriotas en Tegucigalpa y San Pedro Sula, así lo atestiguan los reportajes gráficos que la comunidad hondureña en Nueva York con la solidaridad internacional, ya han hecho llegar al presidente Obama.

Todo lo que hace este gobierno golpista es en detrimento de Honduras, como ese salto atrás al implementar el servicio militar obligatorio. Provocar y retar al mundo sin importarle las consecuencias que se deriven de esto contra la población hondureña. Sin duda, la crisis que se avecina será muy grave y afectará a las grandes mayorías.

El golpe de Estado no se va a consolidar, por más que los golpistas sueñen con ello. Ya lo dijo Calderón de la Barca: “que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

En el terreno internacional no han tenido ni un tan solo logro, por el contrario, solamente el rechazo. Tal es el caso de la comisión golpista que recientemente visitó Washington, que regresaron sin pena ni gloria, primero porque es agosto y mucha gente en Washington está de vacaciones, y segundo, los pocos que habían no quisieron saber nada de esa comitiva golpista. Así que cualquier “informe” de esa comitiva está como todo en el golpe de Estado, basado en la mentira. Comenzando con la carta de renuncia que el presidente Zelaya nunca escribió. Han trabajado incansablemente en convencer a los hondureños y al mundo que el golpe de Estado fue sucesión y no han logrado ni convencerse a sí mismos.

De igual manera Juan Ramón Martínez se basa en la especulación y en el “según dicen” (Tiempo, 13 agosto), citó: “La mayoría de los embajadores, aunque pagados con el dinero de todos (con la excepción de Jorge Arturo Reina que, según dicen los periódicos recibe su sueldo de algunos de los guarda monedas del Presidente de Venezuela)”. Un escritor serio, un analista de verdad, cuando expone debe de hacerlo con firmeza, pues ampararse en “el dicen” es querer elevar el chisme a alguna categoría. De allí que Martínez se ha vuelto experto en andar retractándose como ahora que ha llamado al embajador Jorge Arturo Reina para pedirle disculpas, y además, consciente de la falsedad de sus palabras, ofrecerle rectificar y aún no lo ha hecho. Lo mismo hizo con los Villedas una vez que publicó “Villeda Morales se revuelca en su tumba”.

Al final la verdad se impone, y también lo hace el lenguaje, pues no se puede prohibir por decreto la crisis ni la palabra, cuando la crisis se multiplica mucho más con cada día que pase sin el retorno a la constitucionalidad.

Hoy Micheletti nos recuerda a Noriega, el gran fanfarrón que machete en mano pedía por favor y a gritos que fueran los Estados Unidos a enfrentársele. Sus peticiones se le cumplieron. Y después, asustadizo roedor, fue a refugiarse bajo los hábitos de unas monjas. De allí lo sacaron y aún está preso en Miami.

En 1992 fue juzgado en los Estados Unidos y condenado a una pena de 40 años de reclusión, bajo la acusación de estar relacionado con el cártel de Medellín. La pena se rebajó posteriormente a 30 años y luego a 20 por "buena conducta".

El ex dictador tendría que haber salido libre en el 2007, pero Francia solicitó su extradición tras juzgarle en 1999 y condenarle en ausencia a diez años de prisión por el lavado de unos 3,1 millones de dólares. Entonces Noriega prefiere seguir preso en los Estados Unidos, ya que es solicitado por su país para que encare acusaciones de violaciones a los derechos humanos y otros cargos por los que recibiría arresto domiciliario debido a su edad.

A sus 73 años, al tristemente célebre Manuel Antonio Noriega, donde esté o quiera ir, siempre hay una celda esperándolo. Triste destino.

Nueva York 15 agosto 2009.
Roberto Quesada: Premio Periodístico ‘Jacobo Cárcamo 2009’ Honduras, e “Hijo Predilecto de La Ceiba, Honduras, 2009”. Escritor y diplomático hondureño, autor de varios libros, entre los que destacan El desertor (1985), Big Banana (Seix Barral), Nunca entres por Miami (Mondadori) Los barcos (Baktún), La novela del milenio pasado (Tropismos, Salamanca), y es Consejero de la Misión de Honduras ante las Naciones Unidas, del gobierno Constitucional del Presidente Manuel Zelaya Rosales.

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