jueves, 13 de agosto de 2009

Palabras de bienvenida a Chile al Señor Presidente de Honduras

From: Ramon Henriquez Conejeros

Estimado presidente y amigo Mel Zelaya:

Desde el primer momento le hemos manifestado, a usted y a su pueblo,- que es el nuestro, de la Indo-Afro-América-, nuestra abierta solidaridad. En los inicios del Siglo XXI, más que antes, se nos presenta como aberrante e irracional la interrupción, por medio de las armas, del libre desarrollo de un proceso político cuya agenda ha
sido construida en el ejercicio de los derechos legítimos de una nación libre, independiente y soberana. Nosotros, desde estas lejanas pero cercanas latitudes, hemos sabido, en detalle, de su digno empeño y solidarizamos con usted y su pueblo. Que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad
mayoritaria; que en su país hay hombres que saben cumplir con la obligación que cargan. Tenemos la certeza de que la semilla que se ha entregado a la conciencia digna de miles y miles de hondureños, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán, hoy, avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el
crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. Y a esos pueblos le hacemos un llamado: luchen con todas las fuerzas y tengan fe en Honduras y su destino. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. El mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza hacia la conquista de una vida mejor.

Gracias, Compañero y Amigo, por su noble y gran ejemplo. Hace muchos años atrás, un 11 de septiembre, en Santiago, un valiente terminó por decirnos, a los que allí reunidos estábamos: “Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. Quiera Dios que alcancemos a verlo, quiera Dios que su pueblo sea el primero en hacerlo… Gracias, también, Señor Presidente, por recordarme, hace unos días atrás, esas palabras.

Como le expresáramos anteriormente, creemos en la existencia de ciertos derechos humanos que deben respetarse a todo trance, bajo cualquier circunstancia y nada puede justificar su inobservancia. La humanidad, después de miles de años de evolución, historia, convivencia, guerras, desórdenes, cultura, civilización, ha convenido en un catálogo contentivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y ese instrumento se yergue como el punto más excelso en la existencia de la Humanidad y llama a los hombres que creen en la justicia a ir tras aquellos que la han quebrantado. No importa el tiempo que trascurra. No importan las distancias, las investiduras ni las nacionalidades. No queremos ni podemos dejar de ejercer justicia. No es nuestro resorte. Se trata de derechos anteriores y superiores al Estado. Iremos tras ellos donde quieran que se encuentren. Sin animo de venganza, sino anteponiendo la Justicia por sobre todas las cosas.

Abogamos por su pronto regreso a territorio patrio así como por la pronta reorganización de las fuerzas políticas internas de Honduras a través de la consolidación de un verdadero Frente Nacional Unitario de Resistencia y Reconstrucción de nuestra querida Indo-Afro- América, “Libre, soberana, independiente”, como la quisieron Martí,
Rodríguez, Bolívar, Zapata, Allende, Morazán.

En la medida que tú lo hagas, toda América Libre regresara contigo, Mel, a vuestra y nuestra amada Honduras. Todos los pueblos libres del mundo van contigo. Todas las organizaciones populares y progresistas te respaldan. El pueblo será nuestro juez Recordemos aquí, amigo Presidente y compatriotas latinoamericanos, las ideas de Morazán:
“Hombres que habéis abusado de los derechos más sagrados del pueblo por su sórdido y mezquino interés. Con vosotros hablo, enemigos de la independencia y de la libertad. Si vuestros hechos, para procuraros una patria, pueden sufrir un paralelo con los de aquellos centroamericanos que perseguís o habéis expatriado, yo a su nombre os provoco a presentarlos. Ese mismo pueblo que habéis humillado, insultado, envilecido y traicionado tantas veces, que os hace hoy los árbitros de sus destinos y nos proscribe por vuestros consejos, ese pueblo será nuestro juez”.
¨ La patria os llama por mi boca. Venid a defender su bandera, a concluir la obra grande ¨

Un fraternal y solidario abrazo de bienvenida.

Salud, agitación, resistencia, cambio, reconstrucción.

Atentamente, Ciudadano
Ramón Henríquez Conejeros
Cédula de Identidad: 6.378-634-9, chileno, Asesor Legal, Domiciliado
en Av. Pedro Montt, 1391, Santiago, Chile.
E- Mail RHConejeros@Gmail.com

Comité de Solidaridad con el Pueblo y Gobierno de Honduras. Santiago de Chile,

Se adhiere a la misiva el Comité de Solidaridad con el Pueblo y Gobierno de Honduras.
Universidad Bolivariana de Venezuela Ciudad Bolívar
República Bolivariana de Venezuela.
Profesor Fernando Henríquez C., (en viaje)

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