martes, 4 de agosto de 2009

NO A LA IMPUNIDAD CON LOS GOLPISTAS

PERIODISTA ALEJANDRO CASCO (3/08/09)

Los golpistas que han provocado crímenes e irrespeto a los derechos humanos y no reciban castigo en Honduras por componendas políticas deben ser acusados en la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en la Haya, Holanda, para que sean juzgados y castigados.

Honduras, ratificó esta Instancia Jurídica Internacional el primero de Julio del 2002 y el Congreso de la República lo aprobó por unanimidad el 30 de mayo de ese mismo año, por lo que cualquier decisión que emane del citado Tribunal tiene que cumplirse.

En el artículo 28 de la CPI establece que “hace responsable a los jefes militares oficiales de facto por crímenes de competencia cometidas por Fuerzas bajo su mando o autoridad y control efectivo y; extiende la responsabilidad penal a superiores civiles, por los actos de los subordinados que estén bajo su autoridad y control efectivo”.

Sería indigno y un irrespeto a los familiares que los criminales golpistas no sean castigados, debiendo por ello acudir a tribunales comprometidos con la justicia para sancionar a los instigadores y ejecutores de la violación de los derechos humanos.

Es del conocimiento que el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, con el acuerdo de San José, con la amnistía propugnada busca brindar impunidad a los golpistas, extremo que el pueblo hondureño jamás debe permitir y aceptar.

Ante tal presagio la Resistencia Nacional y los parientes de las personas asesinadas deben acudir a las instancias internacionales porque en Honduras con el desprestigio de los organismos de impartir justicia y el blindaje que pretende otorgar el mandatario de Costa Rica a los violadores de los derechos humanos, los involucrados en el cuartelazo quedarían sin ninguna sanción.

No podemos permitir que empresarios, representantes de iglesias (católica y evangélica), periodistas sicarios, la cúpula militar y los dirigentes de los Partidos Tradicionales (Partido Liberal y Partido Nacional), la Democracia Cristiana y el Partido de Innovación y Unidad (PINU), gocen de impunidad, eso sería traicionar a los luchadores contra la dictadura militar política.

Estos golpistas todavía desconocen las consecuencias que tendrán en sus vidas y en sus empresas porque ahora el pueblo hondureño por su conciencia de clase les pasará la factura a su debido tiempo.

La sangre y las agresiones que hemos sufrido no pueden quedar en el olvido, igual como aconteció en la Segunda Guerra Mundial, cuando el 11 de mayo de 1960 en Buenos Aires, Argentina, un comando de la Mossad secuestró al nazi Adolf Eichman, responsable de crímenes atroces, posteriormente lo trasladó a Israel, donde en un juicio fue sentenciado a morir en la horca en 1961.

Similar suceso aconteció con el dictador Chileno Augusto Pinochet que el pueblo derrotó su dictadura, fue perseguido mundialmente por la justicia, teniendo que protegerlo el ejército fascista de ese país suramericano, hasta morir atrincherado en su vivienda particular.

Con las abusadoras cadenas de radio y televisión al anunciar los continúas toques de queda su propósito es mantener secuestrada a la población para impedir la libre circulación de los habitantes, quedando al descubierto el temor que tienen por ser un régimen oprobioso e impopular, pues sólo se sostiene por las armas de los militares golpistas y la participación de la élite política corrupta.

Por eso soy del criterio que, es irrespetuoso que ya en nuestro país, algunas personas comienzan a difundir que tenemos que perdonar y volver a la calma en Honduras, como a ellos no les han asesinado ningún pariente y no han sufrido golpes en las manifestaciones pacíficas de la resistencia nacional, les resulta fácil pronunciar tales expresiones indignas. .

Los seis (6) compatriotas, ahora convertidos en mártires por defender un régimen democrático, presidido por Manuel Zelaya Rosales, vivirán en la eternidad del pueblo porque ofrendaron sus vidas para impedir la consolidación de una dictadura presidida por Roberto Micheletti y sostenida con las bayonetas de Romeo Vásquez Velásquez.

Hasta el momento, las personas asesinadas son las siguientes Isis Obed Murillo (Joven de 19 años), Roberto Bados de Unificación Democrática en San Pedro Sula, Pedro Magdiel Muñoz en Alauca (de 24 años) en el Paraíso (25 de julio), los maestros Roger Abraham Vallejo Soriano (38 años) y Martín Rivera (Primero de julio y 2 de julio respectivamente), y del campesino Pedro Pablo Hernández en el Ojo de Agua el 2 de julio en El Paraíso.

A esta lista habrá que agregar a otras personas muertas como la que apareció con una camisa de la cuarta urna en las cercanías de la Montañita en Tegucigalpa, y aquellas asesinadas en las montañas de El Paraíso cuando intentaron el 24 de julio irse por puntos ciegos, tras impedirles los militares en el sector de Alauca circular al sector fronterizo de las Manos para encontrarse con el Presidente Constitucional de la República, Manuel Zelaya.

Los golpistas criminales deben ser castigados porque los delitos cometidos son de lesa humanidad y nunca prescriben, así que cada uno de los casos debidamente documentados se presente a las instancias jurídicas internacionales, situación que permitirá sancionar a los responsables y cómplices, mientras a los familiares se les indemnice por los daños que recibieron con la pérdida de sus seres queridos.

También habrá que agregarse que en la próxima Asamblea Nacional Constituyente deberá eliminarse el Ejército Nacional e integrar una Policía profesional, cuyos miembros sean egresados de educación media, pues no es justo tener unas Fuerzas Armadas que gasten sumas multimillonarias y que impulsen golpes de Estado, pudiendo invertir esos recursos en educación, salud y programas de viviendas, como además generar empleo en proyectos productivos.

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