lunes, 3 de agosto de 2009

Los golpistas. Una Radiografía de los Enérgumenos

From: Reinaldo Díaz

Los golpistas. Una Radiografía de los Enérgumenos

"Como ha sido visible, los golpistas viven en un pasado muy pasado. Si, un pasado de caverna. Cuando se reunieron en el congreso para "sustituir constitucionalmente " a Zelaya, la sesión parecía la de alguna cofradía de muchos siglos atrás, con todo un ceremonial que ya no se usa en ninguna parte. Sus cancilleres dan una idea del segmento social al que representan. Ortez Colindres, el primero de ellos, los retrató a todos cuando dijo de Barack Obama: "ese negrito no sabe donde está Tegucigalpa" . Lo cambiaron de lugar, le dieron Gobernación y cuando habló del Secretario General de la ONU señaló "ese chinito que no me acuerdo como se llama".

Ortez ya está en su casa, pero por imprudente, no porque sus palabras no representen el pensamiento de la soberbia oligarquía hondureña hondureña que se tomó el poder, entre los cuales hay muchos con apariencia de "negritos" y "chinitos" que no se ven a sí mismos como tales, pero sí al pueblo al que menosprecian. Por lo tanto, el desafío que representa la reacción popular al golpe les resulta intolerable.

El equipo golpista lo encabeza Roberto Micheletti, un transportista que hizo fortuna. Nunca logró que su partido, el Liberal, lo nominara candidato a la presidencia, perdió en todas las oportunidades en que lo intentó y tiene fama de hombre rudo. En la Fiscalía de Defensa de los Derechos de la Mujer hay tres denuncias en su contra, ninguna de las cuales ha sido activada por esa Fiscalía.

Uno de los incidentes se produjo en la reunión de su partido en la que se designó al candidato presidencial para los comicios de noviembre. Micheletti no sólo perdió, sino que fue abucheado por los asistentes. Como premio de consuelo le dieron la presidencia del congreso y cuando se iba a subir al estrado partidario una joven del grupo de protocolo, llamada Suyapa, igual que la Virgen de Suyapa, le pidió que esperara un momento porque no habían terminado de poner las sillas. Micheletti, enojado por el abucheo de que era objeto, le propinó un golpe y le rompió la boca."
Así es que ahí los tiene. Son brutos y representan a la turcada del Club de Coyolito.

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