Galel Cárdenas
¿Qué vivimos en Honduras? ¿La verdad de lo que llega del contexto internacional, la verdad de una resistencia heroica?.
Una gran paradoja convertida en una insistente pregunta: ¿Cuánto durará la dictadura de Roberto Micheletti?.
Según se colige, Micheletti y el ejército, junto a los empresarios golpistas y los políticos vende patria, todo se habrá de prolongar hasta llegar a las espurias elecciones que desean realizar.
La dictadura se prepara atrincherada contra toda posibilidad de restitución del Presidente Zelaya, usted puede perfectamente desentrañar esa verdad a través del mensaje que el poder fáctico envía al pueblo hondureño de manera directa y subliminalmente.
No es cierto que el régimen esté débil, los des-visados, las presiones diplomáticas europeas, y toda una gama de mini acciones contra el régimen golpista no lo han herido tanto como quisiéramos..
Si la misión de la OEA será recibida por cortesía del imperio que tiene la dictadura sobre la razón civil, entonces la diplomacia latinoamericana del la OEA tampoco tiene razón de ser, si es incapaz de movilizar, conmover o amedrentar a los golpistas empecinados en su dictadura.
Si llegáramos a los dos meses de resistencia y de “juegos diplomáticos” de la comunidad internacional, nada de lo que se percibe en el contexto determina que el fin esté cerca.
En este sentido, Santiago O’Donnell, analista norteamericano escribe lo que sigue: “Estados Unidos condenó el golpe en Honduras, cortó ayuda militar y de los organismos multilaterales que controla, echó a los diplomáticos golpistas de la embajada de Washington y rápidamente acreditó a los nuevos enviados de Zelaya, canceló las visas de los principales responsables del golpe y convenció a un grupo importante de altos oficiales hondureños para que se pronunciaran en contra del golpe y a favor de una solución que contempla la vuelta de Zelaya”.
Sin embargo, Obama en una conferencia a la que asistieron periodistas de habla hispana en un momento determino declaró no tener el botón para el derrocamiento de la dictadura, lo que pasa es si tuvo el botón para el derrocamiento del Presidente Zelaya. Agregó el Presidente Obama: “Algunos de los que han criticado la injerencia de Estados Unidos en América latina se quejan ahora de que no está teniendo la injerencia suficiente”.
He aquí la paradoja, la espera de que tenga la suficiente presión para deshacerse de Micheletti en Honduras, pero, a la vez que no asiente siete bases norteamericanas en territorio colombiano, debido a que constituyen claros avisos hostiles contra Venezuela y Ecuador. Como están las cosas implica que en Honduras existe un jefe de gobierno con una clara manifestación fascista, rara avis del siglo XXI, y la perspectiva de sostener las bases norteamericanas en Colombia para combatir dizque el narcotráfico y la guerrilla.
Este panorama es el más conveniente para los intereses norteamericanos, pero es el más desastroso para los pueblos hondureños, venezolanos, ecuatorianos y colombianos , dado que todos están sedientos de democracia participativa, no maquillada, de, justicia, libertad, equidad y especialmente de soberanía y autodeterminación.
De hecho el Plan Arias es un fracaso, es una perspectiva que no está en la agenda del régimen dictatorial hondureño, la insistencia diplomática es un juego de ajedrez, lento, reflexivo, calculador y profundamente ligado a los intereses de Obama, ya que hay puntos que la Resistencia Nacional no podrá aceptar como la amnistía y el pretendido gobierno de reconciliación.
El pueblo hondureño y su vanguardia la Resistencia Nacional Contra el Golpe debemos estar preparados para la jugada del tablero infernal más ambiguo, deleznable y defraudador. Y aquí deberá cumplirse el aforismo: sólo el pueblo salva al pueblo.
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