viernes, 17 de julio de 2009

LA BESTIA

From: Caldelario Reyes


Y VI LA BESTIA
A Pepe Lobo y Elvin Santos
Apocalipsis 18.15

Era niño y fue la guerra,
un partido de fútbol:
Honduras el Salvador
y se abrieron las puertas del infierno.

Catorce de julio del sesenta y nueve,
no hubo gol,
sólo un método de dictadura y castración.

Once años de edad,
tuve que esconderme,
ponerme a salvo de la muerte,
cada noche, cada día, cada hora,
cada minuto, cada segundo,
entre zanjas, peñascos,
en las montañas, en los caminos,
sabiendo de los lamentos de los muertos,
viendo el hambre y el temor
desde pequeño,
en los pequeños,
en los que nada tienen
y viven o mueren al día,
en el pasto del día, día.

Mi familia estaba dispersa,
mi patria manipulada.

El absurdo tiene el tamaño
del torax de la bestia,
en las fronteras
y el oprobio de las cacerías
de los sicarios
que se le derivan
y a mansalva
tiñeron de sangre
los ríos Chamelecón y el Ulúa.

Julio, dosmilnueve,
golpe militar,
guerra contra el pueblo,
sangre, cerco, crimen,
siempre se trata de los mismos matones
y de la misma opulencia
azuzando la bestia contra el débil.

La sangre de los inocentes
siempre les sabe bien,
en crudo
o adobada de mentiras
servida en el platillo de sus negocios.

¿Fútbol o encuesta?
guerra siempre
y la radio en transmisión directa,
pero en lengua convexa
y un ferrari al frente;
cuestión de paradigma:
sintaxis de miedo y odio.

En la composición de las voces,
la mentira.
De premio, el billete.

El pueblo es analfabeta, pero oye radio,
sea del padre, del hijo
o del espíritu de espanto
bendecido por la diosa fortuna
de la publicidad de gobierno.

Televicentro amasando caudales,
sólo haciendo esfuerzo mínimo:
sembrar miedo y terror.
Mentir, mentir, mentir
para acostumbrar a los cambios
de las sucesiones golpistas;
arrinconar, someter los cerebros,
diezmar las voluntades.

Pagan los vencidos
y hay buena propina de los vencedores.
Ganar, ganar, ganar,
mentir, mentir, mentir,
es el juego democrático
de libre empresa,
de libertad de prensa.

Y se sabe,
que ni organizando un teletón
permanente,
los hondureños,
en generaciones,
tendríamos las monedas suficientes,
para comprarles Honduras,
a los dueños de los medios,
que la tienen secuestrada,
con sus partidos,
sus bancos,
sus poderes.

¿Cuántas muertes son necesarias
espíritus mal sanos,
cuánto, cuánto ¡ay! y rechinar de dientes
deberán acumularse
en su vanidad y su panza?

Voces de radiodifusión,
mohines en la televisión
grabadas en el subconciente,
más certeros que los disparos,
cobertura de radio total,
para que pasen los esbirros
y sean invisibles las matanzas
silenciosas
y punto aparte de los noticiarios.

La fórmula es el consenso
soltando las furias a matar,
al final,
es un asunto de gobierno,
traicionar, mentir,
asaltar,
que cuando la mentira se vuelve verdad,
la democracia
tiene una infinidad de posibilidades,
golpe a golpe,
radio a radio,
tiro a tiro,
tele a tele,
cuenta a cuenta,
banco a banco.

Candelario Reyes García
Poeta
Honduras
día 15 del golpe.

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