From: pedro carreño
CRIMINALIZACIÓN, ARMA POLÍTICA
La memoria histórica de la humanidad está plagada de acciones donde los imperios antes de someter a los pueblos a su interés nacional, trabajan la opinión pública internacional generando condiciones favorables a través de la satanización y criminalización de los gobiernos. Por esa razón, después de la voladura de las torres gemelas de New York lograron sensibilizar sobre la necesidad de derrocar al gobierno talibán de Afganistán por la supuesta protección al extremista Saudí Osama Bin Laden, cuando en realidad la operación fue concebida para garantizar su presencia militar en Afganistán, quien además de poseer los oleoductos y gasoductos hacia las inexploradas reservas de Asia Central, posee reservas probadas y probables de gas natural y petróleo.
En la genocida invasión a Irak e inhumana ejecución pública del presidente Saddam Hussein, el bombardeo comunicacional fue masivo para posicionar la matriz de opinión que Al-Qaeda e Irak eran socios y además Hussein podía producir armas nucleares, químicas y bacteriológicas. Estas teorías las echa por tierra un informe de la inteligencia británica y pese a que George Bush antes de entregar la presidencia manifestó cínicamente sentirse engañado, en la actualidad una resolución del consejo de seguridad de la ONU le permite irónicamente administrar el petróleo y sus ganancias a Estados Unidos y al Reino Unido, quienes fueron designados para emplear esos recursos en la reconstrucción de lo que ellos mismos destruyeron.
En nuestra región el capitalismo y el imperialismo, aunque enfrentan una terrible crisis, no están en retirada, por el contrario esgrimen sus mayores esfuerzos en seguir haciendo realidad la doctrina Monroe y más en este momento cuando lo que ellos consideraban sus colonias, han despertado demostrando un altísimo nivel de conciencia política al abrazar las banderas libertarias de la emancipación en búsqueda de redención social, generando que el imperio contraataque con la pretensión de preservar su patio trasero. Por ello observamos la intromisión en los asuntos internos de Bolivia para tratar de frenar los cambios, empleando algunas veces el garrote diplomático y en otras gestando movimientos desestabilizadores.
Sin embargo en Honduras, motivado a que el presidente Manuel Zelaya y su gobierno decidieron soberanamente ingresar al ALBA, la respuesta del imperio a través de su fuerza de tarea conjunta Bravo (JTF-B) acantonada en la base militar en Soto Cano, fue darle un golpe de estado. Situación que hasta la fecha a pesar del repudio y múltiples resoluciones de organismos internacionales como es el caso de la emitida por la OEA en el inciso dos que exige el retorno al orden constitucional en la República de Honduras mediante la vuelta de Zelaya en forma inmediata, segura e incondicional, aún está pendiente por resolver.
En Ecuador la criminalización contra el presidente Correa, viene desde Colombia quienes utilizan un supuesto video de las FARC anunciando financiamiento a su campaña presidencial, lanzando así una cortina de humo a la decisión de la fiscalía del Ecuador de captura internacional contra Juan Manuel Santos por el ataque perpetrado en marzo de 2008 y para el caso venezolano, ya no encuentran que método aplicar y actualmente a un país que no está entre los productores ni consumidores de cocaína del mundo, lo tratan de estigmatizar como un estado colaborador con el narcotráfico.
Como se observa la arremetida imperial para utilizar la criminalización como arma política tiene como pretextos modernos: el terrorismo, el narcotráfico y la inestabilidad de las democracias.
Pedro Carreño
miércoles, 29 de julio de 2009
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