miércoles, 15 de julio de 2009

Ejército hondureño

From: Marel Medina

¿este tema fue publicado hace años pero no pierde actualidad, lo hacemos
ahora que hay poderosas razones?
¿COMO DESMANTELAR LAS FUERZAS ARMADAS HONDUREÑAS?

El desmantelamiento del ejército hondureño debe comenzar por etapas.
Dando de alta a todos sus miembros en un tiempo de tres años para evitar
una fuerza enorme de hombres en la sociedad urbana y rural que provocaría
tensión, desempleo masivo, presión social y violencia armada de inmediato.

Se deberá escoger una nómina selecta de los miembros del ejército,
preferiblemente a niveles intermedios, para conformar la fuerza policial del
país. Las condiciones éticas, morales, socioecónicas, de capacidad
intelectual y don de gente para escoger estos miembros deberá basarse en:

**Perfil sicológico
**Formación educativa
**Formación Técnica
**Entrenamiento Policial Moderno
**Profesionalismo
**Un Salario Adecuado
**Un Plan de Protección Social

En el periodo de tres años se podrá entrenar nacional o internacionalmente
grandes contingentes de miembros del ejército para sustituir paulatinamente
la estructura policial actual que no tiene capacidad de investigación, no tiene
un sueldo adecuado, ni hay una selección delicada de sus miembros que
actualmente mantienen una estrecha relación con el bajo mundo y las altas
personalidades del crimen; su actuación más bien parece -en algunos
casos- conspiratoria y cómplices del ladrón y del asesino.

Asimismo se puede dejar en servicio una academia militar de entrenamiento
para todos los jóvenes de 18 a 25 años durante dos meses al año por un
periodo de tres para tener una reserva militar pasiva en caso de un ataque
contra Honduras y su soberanía. La academia sólo tendría valor educativo y
administrativo sin ninguna injerencia en la actividad política o social del país.

Algo parecido al servicio militar suizo. No calcado sino como referencia para
los intereses hondureños.

El desmantelamiento debe estar en manos totalmente civiles para que el
proceso se haga tomando siempre en consideración los intereses patrios y
no los militares.

Es muy posible que el brazo armado hondureño se rebele intransigentemente
contra esta posición civilista. Por ello los miembros de la comisión civil del
desmantelamiento deben ser hombres minuciosamente escogidos por sus
principios morales, actitudes probadas de carácter y una honradez
trasparente.

Para sosegar los sentimientos jingoístas de algunos paranoicosel
entrenamiento militar preparatorio podría instituirse en el nivel secundario para
que Honduras en el supuesto caso de una invasión o ataqueexterno pueda
contar con un buen número de soldados con capacidad semiprofesional, sin
la soberbia y la petulancia del mílite contemporáneo hondureño, ni el abuso
de poder por medio de la fuerza bruta como se estila en estos días.

El motivo principal de este capítulo es el de presentar formalmente la idea a
la consideración de la opinión hondureña para comenzar a analizar el nivel de
cero ejército para finales del siglo veinte.

Un país como Honduras no puede ni debe gastar más en el presupuesto
militar que en el de salud o educación. La ayudamilitar estadunidense a
Honduras fue de más de$150 millones de anuales, algo así entre 800 y 900
millones de lempiras, mientras que en ese periodo el gasto en salud y
educación mancomunado era ligeramente menor que el gasto militar.

Por ello pedir la cancelación del ejército y montar una policía moderna,
profesional e integrada con personal casi todo honesto es una necesidad
para Honduras y su economía; para la ciudadanía que desde tiempos
inmemoriales ha vivido sojuzgada por la bota del mílite inescrupuloso y
corrupto.

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