viernes, 24 de julio de 2009

UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURAS

From: Galel Cardenas

CRECIENDO CON LA HIERBA.
ORGANO DE DIFUSIÓN
UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURAS

23 de julio

GOLPISTAS: AQUÍ LES HABLA JOSÉ TRINIDAD CABAÑAS…

Galel Cárdenas

La historia es el castigo de los represores, de los intolerantes, de los antipatriotas, de los que tienen por Dios al capital inhumano de los empresarios que han invertido todo el riesgo de sus intereses en este artero e inhumano golpe de Estado.

José Trinidad Cabañas que casi nunca es mencionado por los historiadores tradicionales, nos habla desde 1852, desde allá de la antañona y bella ciudad de Comayagua, cuando habla sobre la libertad de prensa ilimitada, ante el Congreso Nacional.

Y para evitar que intervenga otro pensamiento que no sea el suyo le dejo la palabra, para que los golpistas y patriotas lean su pensamiento:

“Hay un derecho constitucional en el pueblo inherente a su soberanía, y el fundamento supremo de todas las libertades públicas; este es el derecho de la prensa libre. Yo debo manifestaros en este punto mi programa y mi principio. En la discusión de la política y de la administración pública, no ha limitación posible, no hay formas prohibidas.

El público es el juez, y toda coartativa es un ataque a la soberanía y a la ilustración del pueblo. Los escritos sin razón, sin pudor o sin verdad caen por si mismos desechados por la razón pública, o tienen alguna justicia y fundamento, y sirven de ilustración al go bierno. Estoy persuadido que no ha caso en que convenga la represión: si no es en los que toquen el sagrado de la conducta privada.

Yo deseo, pues, que la libertad de prensa sea de hecho ilimitada, y que mi administración sea censurada de cualquier manera, siempre que ella desagrade a mis conciudadanos. Para que yo pueda conocer la opinión, para que pueda saber mis extravíos, os encargo que me iluminéis con la razón de vuestros escritos, que me corrijáis con vuestra censura.

Lejos de reprimir, ni aún indirectamente, vuestro soberano derecho, me aprovecharé de vuestras luces y opiniones, veré con tolerancia más aun los desahogos de la pasión y la causticidad de los partidos.

¿Y por qué? Es por que siempre deben servirme de norte aun las opiniones de los que pudieren ser mis enemigos; es por eso que estoy seguro del buen sentido y de la justicia del pueblo hondureño; es por eso que quiero que mi conciencia pública nada tenga que temer del juicio de mis conciudadanos; pero sobre todo, es por eso que quiero siempre concertar mi Gobierno y medirlo en la balanza de la razón pública.

Y yo os protesto, conciudadanos, que si por accidente llego a comprender y a convencerme por el examen diario que me propongo hacer del Estado de la opinión, y para el cual quiero que esta se manifieste francamente, aunque sea desbordándose, que al juicio de la generalidad o de la mayoría desaprueba la administración; o bien crea que me he separado de mis deberes y de mi programa, o por que este no satisfaga sus deseos, y sus esperanzas, os protesto digo, que en cualquier época de mi período volveré sereno a mi vida privada sin turbación y sin escándalo. No seré yo, a fe, el permita en mandaros contra nuestra voluntad o perdida ya vuestra confianza.

Yo tornaré tranquilo a mi elemento natural que es el hogar doméstico, y vosotros me llamaréis para emplear mi espada a favor de vuestra libertad, siempre que la creáis amenazada.

No perderé jamás vuestro favor aun cuando difiriéramos en opinión. Vosotros me comprendéis, y yo os comprendo. Bien sea en el gobierno; bien en lo privado, o en el campo de batalla, vosotros reconoceréis tres cosas en mi corazón y mis hechos: EL PUEBLO HONDUREÑO, LA LIBERTAD, LA NACIONALIDAD.”

Aquí termina el discurso de nuestro prócer nacional, el más honesto, el más honrado, el más leal. Un discurso que plantea muchos principios tales como: que en el derecho de la constitución está la soberanía del pueblo (es decir no caben golpes de Estado). El derecho constitucional es el derecho de la prensa libre. Toda coerción contra la libertad de expresión es un ataque a la soberanía popular. La represión sólo puede ejercerse contra los delitos de la conducta privada. La libertad de expresión debe ser ilimitada y la censura del pueblo debe servir para corregir los errores administrativos. No reprimirá jamás al soberano, por que las luces de la opinión le servirán para rectificar. La tolerancia será su guía de trabajo. La conciencia pública nada tiene que temer al juicio de los conciudadanos. Y en este discurso, José Trinidad Cabañas deja planteado ya el referéndum revocatorio en la última fase de su exposición. Ya que él plantea que si falta a sus deberes de administrador general del gobierno, puede perfectamente separarse de su gestión pública y volver a su vida privada sin ninguna turbación. Así mismo deja por sentado que si el pueblo necesita de su espada para favorecer la libertad que esté amenazada por fuerzas oscuras, no vacilará en ponerla a la orden del soberano, por que en su corazón tiene tres deberes: el pueblo hondureño, la libertad y la nacionalidad.

Precisamente, señores golpistas, es lo que ahora reclama el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado. ¿Entienden goriletis?

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