lunes, 20 de julio de 2009

Un lobbista en Washington y los que le pagan en Tegucigalpa, El rastro del dinero en el golpe en Honduras

From: Diana Canales

16-07-2009
Un lobbista en Washington y los que le pagan en Tegucigalpa
El rastro del dinero en el golpe en Honduras

Bill Conroy
Narconews

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

La defensa de los intereses de un golpe ilegal solía ser otrora la tarea de sospechosos agentes de la CIA en los días de la Guerra Fría.
Pero eso es cosa del pasado. Hoy los alcahuetes de la junta no tienen que mantener el secreto. De hecho, los usurpadores ilegales pueden ir de compras abiertamente en Washington en busca de expertos a su gusto para lubricar las ruedas del Congreso y del comercio para lograr que su golpe de Estado siga siendo un hecho consumado.

Entra en escena Lanny Davis – antiguo amigo y compinche de la Escuela de Derecho de Yale de Hillary Clinton y ex asesor en la Casa Blanca de Bill Clinton [así como colaborador consumado para sus agendas].

Davis también es abogado y lobista, empleado ahora por la oficina en Washington de la firma legal global Orrick, Herrington & Sutcliffe. En esa capacidad, Davis fue contratado recientemente por el Consejo Empresarial de Latinoamérica (CEAL) para que berree a favor del golpe en Honduras – o, como dice la descripción preferida de los impulsores de la simulación, del gobierno del presidente hondureño Roberto Micheletti [elegido por virtud de tener la mayor cantidad de balas a su favor al deponer al presidente elegido de Honduras, Manuel Zelaya].

Davis anda ahora correteando por el Congreso fijando reuniones con conocedores del Senado y de la Cámara, y distribuyendo dinero para publicidad y cosas semejantes a fin de construir una justificación para el apoyo al nuevo régimen hondureño elegido por los militares.

Davis podrá ser muchas cosas, pero seguro que no es barato. De modo que se impone la pregunta: ¿quién paga por esa payasada?

La mejor manera de echar un vistazo bajo lo que se esconde será estudiar a los que están metidos con CEAL, el actual empleador por contrato de Davis.

Bueno, ésta es la última sobre sus compañeros de cama pecuniarios:

Camilo Alejandro Atala Faraj, presidente del capítulo hondureño de CEAL, también es vicepresidente de una importante institución bancaria en Honduras, Banco Financiera Comercial Hondureña S.A [o Banco Ficohsa), que forma parte del Grupo Financiero Ficohsa.

El presidente de Ficohsa es un individuo llamado Jorge Alejandro Faraj Rishmagui, y por lo menos otros tres gerentes del banco tienen apellidos que indican que están estrechamente relacionados con el clan Faraj.

La información sobre el banco es algo difícil de conseguir, por lo menos en inglés, pero parece que hizo una presentación al Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. en 2005, que señala, en parte, lo siguiente:

Orden de aprobación del establecimiento de una oficina representativa Banco Financiera Comercial Hondureña, S.A. (“Banco”), Tegucigalpa, Honduras, un banco extranjero dentro del significado de la Ley Bancaria Internacional (“IBA”), ha solicitado bajo sección 10(a) de la IBA (12 U.S.C. § 3107(a)) el establecimiento de una oficina representativa en Miami, Florida. La Ley de Realce de la Supervisión Bancaria Extranjera de 1991, que modificó la IBA, especifica que un banco extranjero debe obtener la aprobación del Consejo para establecer una oficina representativa en EE.UU.

El Banco, con activos consolidados de aproximadamente 612 millones de dólares, es el cuarto banco comercial por su tamaño en Honduras y provee servicios bancarios mayoristas y minoristas a través de una red de filiales en el interior del país.

En EE.UU., [el] Banco tiene licencias para operar subsidiarias no-bancarias en Florida, Georgia, Nueva York, Carolina del Norte, y Virginia que realizan servicios de remesas de dinero.

Por lo tanto, parece que el Banco Ficohsa tiene intereses hondureños y estadounidenses que proteger al ponerse de parte del nuevo régimen usurpador.

La comunidad bancaria hondureña no es tan grande, por lo menos según estándares estadounidenses, ya que hay sólo un par de docenas de bancos que operan en el país – y sólo una pequeña cantidad de bancos de propiedad extranjera, uno de los cuales es casualmente Citigroup. Ese famoso nombre bancario, claro está, fue otrora el sitio en el que Robert Rubin sirvió como director, presidente del comité ejecutivo y brevemente presidente – después de un período como Secretario del Tesoro bajo Bill Clinton y antes como directivo en Goldman Sachs.

Citigroup, bajo su subsidiaria Citibank Overseas Investment Corp., opera el Banco Citibank de Honduras S.A. Ahora, considerando el tamaño confortable de la industria bancaria de Honduras, es probable que los ejecutivos de Citigroup y de Banco Ficohsa hayan compartido un poco de vino y queso discutiendo la política global y el libre comercio, pero por el momento no hay indicación de que haya algún dinero de Citigroup involucrado en el pago por los gastos de cabildeo de Davis por cuenta de CEAL.

Otro protagonista en CEAL, mencionado como vicepresidente del capítulo hondureño, es Jesús Canahuati, quien es vicepresidente ejecutivo de una compañía hondureña llamada Elásticos Centroamericanos y Textiles, que forma parte de un conglomerado hondureño llamado Grupo Lovable.

Fundado por un empresario llamado Juan Canahuati en los años sesenta, el Grupo Lovable figura ahora como uno de los empleadores mayores de Honduras y tiene operaciones en textiles, agua, y tratamiento de aguas servidas, parques industriales e incluso una central eléctrica. Canahuati es considerado como uno de los visionarios de la nación en la promoción del libre comercio y en la apertura de Honduras a la inversión estadounidense.

Y otro protagonista más en CEAL, mencionado como su “coordinador,” es un individuo llamado Miguel Mauricio Facusse Sáenz, que menciona como afiliación corporativa Corporación Dinant S.A., que es una subsidiaria de otro meganegocio hondureño llamado Grupo Dinant Cos. — que produce “snacks”, productos agrícolas y productos alimenticios.

Recién en junio pasado, Inter-American Investment Corp. (IIC) suministró al Grupo Dinant un paquete de préstamos por un valor de hasta 7 millones de dólares. IIC es parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), basado en Washington, D.C., y está a cargo de fomentar el desarrollo económico y social en Latinoamérica. Luis Alberto Moreno, diplomático colombiano, dirige actualmente el banco.

Pero parece que IIC no es la única entidad que ha prestado dinero al Grupo Dinant. Una breve noticia publicada por Summa News señala que un sindicato de bancos, incluyendo a Banco Financiera Comercial Hondureña, suministró en la primavera pasado a la subsidiaria del Grupo Dinant, Corporación Dinant, un préstamos por 77 millones de dólares.

Por lo tanto, parece que los intereses empresariales tras CEAL están cargados de dinero, suficiente en todo caso, como para repletar los bolsillos de Davis por el futuro previsible, mientras trata de legitimar el brutal golpe hondureño ante los ojos del Congreso de EE.UU. y, aparentemente, por el bien del comercio.

http://narcosphere.narconews.com/notebook/bill-conroy/2009/07/whos- behind-lanny-davis-putsch-paycheck


http://narcosphere.narconews.com/notebook/bill-conroy/2009/07/whos- behind-lanny-davis-putsch-paycheck
Who's behind Lanny Davis' putsch paycheck?

Posted by Bill Conroy - July 14, 2009 at 9:13 pm
Following the money trail in the Honduran coup

Going to bat for an illegal coup used to be the job of shadowy CIA operatives back in the good ol' days of the Cold War.

But that is bygone era. Today’s junta-enablers no longer have to work in secret. In fact, illegal usurpers can now shop openly in Washington for a hired gun of their choosing to grease the wheels of Congress and commerce to assure their coup d'état remains a fait accompli.

Enter Lanny Davis — a long-time friend and Yale Law School chum of Hillary Clinton and former White House Counsel to Bill Clinton [as well as a consummate shill for their agendas].

Davis also is a lawyer and lobbyist now employed by the D.C. office of global law firm Orrick, Herrington & Sutcliffe. In that capacity, Davis was recently retained by the Business Council of Latin America (CEAL) to hawk for the coup in Honduras — or as is the preferred description among the pushers of simulation, the administration of “de facto” Honduran President Roberto Micheletti [elected by virtue of having cast the most bullets in deposing the people’s choice in Honduras, President Manuel Zelaya).

Davis is now scampering about the Hill setting up meetings with Congressional insiders and throwing money around on advertising and other such frills to build a case for supporting the new militarily elected Honduran regime.

Davis may be many things, but one thing he is not is cheap. So the question is begged: Whose paying for this charade?

The best way to get a peek under those covers most certainly should be to take a look at who is in bed with CEAL, Davis’ current contract employer.

Well, here’s the scoop on the pecuniary bedfellows :

Camilo Alejandro Atala Faraj, president of the Honduras chapter of CEAL, also happens to be a vice president of a major banking institution in Honduras, Banco Financiera Comercial Hondurena S.A [or Banco Ficohsa), which is part of the financial holding company Grupo Financiero Ficohsa.

The president of the lender is an individual named Jorge Alejandro Faraj Rishmagui, and at least three other bank managers have last names indicating they are likely related to the Faraj clan.

Current information on the bank is a bit hard to come by, at least in English, but it seems the lender did make a filing with the U.S. Federal Reserve System in 2005, that states, in part, the following:

Order Approving Establishment of a Representative Office

Banco Financiera Comercial Hondurena, S.A. (“Bank”), Tegucigalpa, Honduras, a foreign bank within the meaning of the International Banking Act (“IBA”), has applied under section 10(a) of the IBA (12 U.S.C. § 3107(a)) to establish a representative office in Mi ami, Florida. The Foreign Bank Supervision Enhancement Act of 1991, which amended the IBA, provides that a foreign bank must obtain the approval of the Board to establish a representative office in the United States.

The Bank, with total consolidated assets of approximately $612 million,is the fourth largest commercial bank in Honduras and provides wholesale and retail banking services through a network of domestic branches.

In the United States, [the] Bank has licenses to operate nonbank subsidiaries in Florida, Georgia, New York, North Carolina, and Virginia that engage in money remittance services.

So, it seems Banco Ficohsa has both Honduran and U.S. interests to protect in throwing its lot in with the new usurper regime.

And interestingly, one of the criticisms of the Zelaya government is that it has not been sufficiently pro-business — tending toward friendly relations with that pesky populist Hugo Chavez.

The Honduran banking community is not all that large, at least by U.S. standards, with only a couple dozen banks operating in the country — and only a small slate of foreign-owned banks, one of which happens to be Citigroup. That famous brand name bank, of course, was once home to Robert Rubin, who served as its director, executive committee chair and briefly as chairman — after a stint as Treasury Secretary under Bill Clinton and before that as a suit at Goldman Sachs.

Citigroup, under its subsidiary Citibank Overseas Investment Corp., operates Banco Citibank de Honduras S.A.Now, given the cozy size of Honduras’ banking industry, it’s likely Citigroup and Banco Ficohsa officials have shared some wine and cheese over discussions of global politics and free trade, but there is no indication at this point that any Citigroup money is in the pot to pay Davis’ lobbying expenses on behalf of CEAL.

Another player in CEAl, listed as the vice president of the Honduran Chapter, is Jesus Canahuati, who is an executive vice president with a Honduran company called Elasticos Centroamericanos y Textiles, which is part of a Honduran conglomerate called Grupo Lovable.

Founded by an entrepreneur named Juan Canahuati in the 1960s, Grupo Lovable now ranks as one of Honduras’ largest employers and has operations in textiles, water and sewage treatment, industrial parks and even an electric plant. Canahuati is credited as being one of the nation’s visionaries in pushing for free-trade and opening up Honduras to U.S. investment.

And yet another player in CEAL, listed as its “coordinator,” is an individual named Miguel Mauricio Facusse Saenz, who lists his corporate affiliation as being with Corporación Dinant S.A., which is a subsidiary of another Honduran mega-business called the Grupo Dinant Cos. — which produces snacks, agricultural products and food products.

Just this past June, the Inter-American Investment Corp.(IIC) provided Grupo Dinant with a loan package worth up to $7 million. The IIC is part of the Inter-American Development Bank, which is based in Washington, D.C., and is charged with fostering economic and social development in Latin America. Luis Alberto Moreno, a Colombian diplomat, currently heads the bank.

But it appears the IIC isn’t the only entity that has lent Grupo Dinant money. A short news item carried by Summa News indicates that a syndicate of banks, including Banco Financiera Comercial Hondurena, last spring provided Grupo Dinant subsidiary Corporación Dinant with a $77 million loan.

So, it seems the business interests behind CEAL are flush with cash, enough of it anyway to line Davis’ pockets for the foreseeable future as he seeks to legitimize the bloody Honduran coup in the eyes of Congress and, apparently, for the benefit of commerce.

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