miércoles, 15 de julio de 2009

LA RESISTENCIA PACÍFICA COMO FORMA DE LUCHA

From: ovidiocubias2001

VENTANA DE PAPEL
Desde New Orleans                                                                               
LA RESISTENCIA PACÍFICA COMO FORMA  DE LUCHA
Por Félix Ovidio Cubías –

Vice Presidente de la Asociación Hispana de Periódistas, Escritores y Locutores de Louisiana.(A.H.P.E.L.L.A.)

Miembro de la Louisiana Press Association. (L.P.A.)

Miembro de la National Association of Hispanic Journalist con sede en Washington, D.C. (N.A.H.J.)

Más de una docena de manifestaciones pacíficas del pueblo hondureño que ha estado en contra de la asonada golpista se han convertido en una forma de lucha popular con fuerza y disuasión en tiempos en que los golpes de estado son una aberración que atenta contra la democracia de los países de América Latina. Los golpistas hondureños, desconocen los avances de la política moderna en que la globalización no puede desarrollarse con gobiernos espurios que violentan las libertades más sentidas del ser humano. Lo que no sabían y continúan desconociendo Micheletti, Ortez Colindres, Romeo Vásquez y sus adláteres golpistas, es que la guerra fría terminó y el bloque socialista se derrumbó lo que significa que los Estados Unidos y el sistema capitalista triunfaron temporalmente. Por otra parte, nunca se enteraron, que la estrategia del gobierno norteamericano en los últimos tiempos, es desarrollar la democracia representativa en todo el continente y que el gobierno debe elegirse por el pueblo a través de las urnas. Ese triunfo en ninguna parte fue tan claro y contundente como en América Latina. Jamás, antes la democracia representativa, la economía de libre mercado y las manifestaciones sinceras u oportunistas de sentimiento pro norteamericano habían brollado con tanto ímpetu en una región donde antaño hombres y mujeres del  mundo entero depositaron su fe revolucionaria en otro ideario, a partir de otra victoria: la revolución cubana.

Hoy, los países de esta misma región son gobernados por amigos de los Estados Unidos con algunas excepciones, pero todos llevados al poder por la vía del voto. El empeño estadounidense de combatir a una izquierda activa, influyente culminó con un éxito indiscutible: dicha izquierda fue derrotada sin cuartel ni clemencia. Esto no significa, desde luego, que con el fin de la guerra fría y la caída del socialismo no se ha erradicado las causas de su irrupción en el escenario político y social. Hoy la pobreza, la injusticia, las profundas desigualdades sociales, así como la violencia cotidiana y abrumadora, se erigen de nuevo en realidades insoslayables en la región

Los golpistas hondureños ignoran que América Latina ya se ha modernizado y podríamos decir, occidentalizado, lo suficiente, como para que el cambio social y la reforma política sean términos carentes de sentido por el hecho de lo complejo de los problemas que enfrenta y lo impredecible de las soluciones posibles.

Los cambios ocurridos en Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina atestiguan este criterio.

Como no estudian la política moderna, por lo cuadrado de sus concepciones fascistas, los golpistas encabezados por Micheletti y Romeo Vásquez, no previeron jamás que el pueblo no estaría de acuerdo con la defenestración del mandatario hondureño, a pesar de sus intentos y esfuerzos denodados, por llevar a las calles a mujeres y niños de las iglesias protestante y católica, que hicieron un triste papel, y, mucho menos la repulsa de todas las naciones del mundo que condenaron inmediatamente los procedimientos fascistoides de los Hitler modernos. Este epílogo no lo esperaban porque desconocen la historia.

La causa fundamental para que asestaran el golpe fascista fue el temor a la izquierda y al socialismo que ni por asomo existe en Honduras. A simples cambios reformistas, estos tosudos le llaman socialismo como si este sistema social se instaura por decreto.

El miedo a la consulta popular para instaurar una cuarta urna en las elecciones del 29 de noviembre, los hizo errar en sus movimientos anti constitucionales. Creyeron, que Hugo Chávez, ya se tomaba Honduras y por suposiciones fantasmagóricas de un falso continuismo de Mel, metieron las extremidades cometiendo un crimen contra el pueblo hondureño y la CONSTITUCION.

Pero ha quedado demostrado que las manifestaciones y marchas pacíficas exigiendo la restitución del Presidente dieron el resultado ansiado al demostrar su fuerza y pujanza contra los golpistas.

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