jueves, 23 de julio de 2009

Carta en momentos de crisis

From: Gabriel Galeano

Tegucigalpa, de julio de 2009
Carta en momentos de crisis

Ciudadanos del mundo: tengo la oportunidad, en mi condición de artista,
de comunicarme
ante ustedes, todavía no se me ha quitado ese derecho, aunque por la
situación política y
la violación encrudecida de los derechos humanos que se ha generado tras
el golpe,
creo que eso durará muy poco. Realmente es lamentablemente lo que ha
sucedido
en Honduras, las ansias de poder de la burguesía nacional y de los
grupos oligárquicos
los ha conducido a este zarpazo que atenta con las conquistas de la
humanidad.
En este momento, la tristeza nos invade el espíritu, y por que no
sentirse así,
si hemos retrocedido enormemente.

Esta vez, como en otras ocasiones, los vende patria que por desgracia se
encuentran aglutinados en el Congreso Nacional, nos ha privado de nuestras
garantías constitucionales. En este país de enormes contradicciones y de
extrema pobreza ya no se puede cantar, bailar, disentir, discernir,
discutir,
pintar, declamar, andar, manifestar, amar. Nos han privado de lo único
que nos quedaba: nuestra libertad.

A nuestro amado pueblo lo han atacado, censurado, golpeado, capturado,
baleado, estafado, engañado, y se suma a esto la captura de su alma, de
su conciencia sensible. Tal como ha ocurrido con los artistas, que de
manera
arbitraria se les ha privado de su libertad, se les ha ensuciado y
restringido
su capacidad creativa. Como observaran, no hay ninguna razón para
manifestar alegría.
Hoy por hoy, nuestro pueblo y la democracia del mundo, debe estar de luto.

No obstante, nuestro pobre, descalzo, desnutrido, maltratado, excluido y
marginado
pueblo esta dando una lección de dignidad al mundo, dado que miles de
hondureños
le han dado la cara a la represión brutal manifestando su rebeldía y su
fuerte coraje.
A diferencia de múltiples sectores, que en nombre de la democracia,
salen a manifestar
su descaro, ya que los que encabezan esas “marchas por la paz” son los
responsables
de la desigualdad y la injusticia que ha imperado por décadas. Es
vergonzoso observarlos
desfilar y jactarse de su cumplimiento con la patria, puñado de
delincuentes de cuello
blanco que arrastran todos los crimines contra mi pobre y querido pueblo.

No obstante, frente a todas las artimañas y medidas que intentan
esconder el infame
golpe, los artistas acompañados de miles y miles de protestantes hemos
salido a las
calles a defender nuestra libertad. Y por que no hacerlo, si todo ser
humano que
ame la vida debe vincularse a los valores que predica el movimiento
popular en su
conjunto, ya que es en las calles donde se predica el reconocimiento del
otro.
Toda persona consciente, debe manifestarse contra los crimines más
violentos,
sobre todo aquellos que intentan reprimir las fantasías de una sociedad
que reclama
justicia e igualdad social.

No se en que terminará todo esto, el gobierno de facto esta firmemente
decidido
en no restituir el orden constitucional y mantener las profundas
contradicciones
que dividen y marginan, pero de igual manera miles de hondureños no estamos
dispuestos, por ningún sentido, a ceder en nuestra lucha justa. Son
momentos
oscuros para la libertad y para el desarrollo pleno de la sociedad
hondureña.

Es extremadamente difícil sostenerse en esta situación. Es valido
manifestarles
que he sido objeto de la represión, se me ha detenido de forma ilegal,
se me
ha violentado el derecho de circular y manifestarme, de igual manera se
me ha
suspendido, de forma arbitraria por las “autoridades” de la nueva
administración
cultural, la publicación de mi libro y se me ha suspendido todo tipo de
ayuda
para mi participación en la X Bienal de Pintura en la ciudad de Cuenca,
República del Ecuador.

Sin embargo, en medio del desosiego, en medio de la represión y la
brutalidad
del usurpador surge la rebelión y la insurrección de un pueblo que aspira a
grandes cambios, a transformaciones profundas de sus condiciones de
existencia. Eso, y no la intervención internacional, es lo que nos mantiene
con esperanzas y fuerzas. Cada vez somos más los que nos plegamos a la
lucha, desde las trincheras de la insurrección, nos rebelamos contra las
botas aplastantes de los poderosos y corruptos de este hermoso y tierno
país.

No me queda otra, que incentivar con el aliento de mi vida la expresión de
dignidad de este noble pueblo. Vamos compañeros, sigamos en esta lucha
contra el golpe de Estado Por una Asamblea constituyente amplia y
democrática,
por una Honduras que garantice la libertad de expresión y las garantías
naturales
No a la represión, cárcel a los golpistas.

!Por la libertad de espíritu y contra la censura del gobierno fascista!

Gabriel Galeano

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