From: Felix Ovidio Cubias
VENTANA DE PAPEL
Desde New Orleans
UN CARDENAL GOLPISTA Y ANTIDEMOCRÁTICO
Por Félix Ovidio Cubías –
Email: ovidiocubias2001@hotmail.com
Vice Presidente de la Asociación Hispana de
Periódistas, Escritores y Locutores de Louisiana.
(A.H.P.E.L.L.A.)
Miembro de la Louisiana Press Association. (L.P.A.)
Miembro de la National Association of Hispanic Journalist con sede en Washington, D.C. (N.A.H.J.)
A raíz del golpe de estado propiciado contra Mel Zelaya y su gobierno, han brotado como setas después de la lluvia personajes que se creían honrados, justos y al servicio de las causas populares. Estas personas habían escondido su verdadera catadura y careta que quedó al descubierto con el golpe fascista de Micheletti y los empresarios.
Las más sobresalientes son el Cardenal Rodríguez, Ramón Custodio, Rafael Pineda Ponce, Enrique Ortez Colindres, Romeo Vásquez Velásquez, Evelio Reyes, Darwin Andino, Ricardo Canales entre otros, considerados como grandes personalidades en el ambiente político hondureño y que nuestra sociedad los ha reconocido como impolutos.
Unos son políticos acostumbrados a gozar de las mieles del poder, otros militares y autoridades eclesiásticas que sin una pizca de vergüenza corrieron a defender y apoyar la asonada golpista de Micheletti y sus corifeos de toda laya.
Lo que no sabían estos enemigos de la democracia es que iban a recibir el repudio total de la mayoría del pueblo que no los tolera ni los quiere ver ni en pintura. Sus designios prepotentes y de poder, no durarán mucho tiempo, porque serán barridos por la justicia que asiste al presidente y a las masas populares hondureñas.
Pero de todos los personajes mencionados anteriormente, el que más ha perdido es el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, que hoy, por sus posiciones marcadamente a favor de los golpistas y en contra de la Constitución de la República, concita el odio de la mayoría de compatriotas que rechazan contundentemente el fatídico golpe de estado.
La verdad de todo, es que el jerarca de la iglesia católica de Honduras, siempre defendió los intereses de la burguesía, pues su pensamiento solo sirve para defender las posiciones de los poderosos en detrimento de los pobres y desamparados.¿Quién no sabe en Honduras que las posiciones ideológicas y políticas de Oscar Andrés Rodríguez son muy reaccionarias igual que las del Partido Nacional al que pertenece?
Precisamente por sustentar esta posición es que está alejado del pueblo y la iglesia católica a la cual representa, cada día pierde adeptos que engrosan las filas de las iglesias protestantes que se convirtieron en un poder real en nuestro país y que, igualmente, son manipuladas por las fuerzas golpistas.
Las homilías, declaraciones de prensa, y escritos en el periódico las utiliza el
Cardenal para obnubilar la conciencia de la gente humilde, que por sus creencias, sigue ciegamente las posiciones político ideológicas del jerarca del catolicismo hondureño.
Una simple consulta popular hizo correr a la reacción criolla, a las Fuerzas armadas y al jefe de la iglesia católica peleando contra molinos de viento que en este caso era la cuarta urna o la consulta popular que los hizo ver la construcción del socialismo en Honduras y los soldados del ejército venezolano por las calles de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Todas eran, son y serán suposiciones sobre las cuales nadie que conozca la ciencia jurídica, puede con cientificidad, argumentar que son delitos del Presidente Manuel Zelaya Rosales y la causa del zarpazo anticonstitucional.
El Cardenal, en la catedral del parque central de Tegucigalpa y en la basílica de Suyapa, todos los domingos, se encargó de confundir a los feligreses satanizando al fantasma de la cuarta urna porque según el y los golpistas, ya se instalaba el socialismo en la sociedad hondureña, ignorando, que en la ciencia política todo sistema para instaurarse necesita de un proceso de cambios en los aspectos económicos, sociales, políticos y bajo la dirección de las masas con un partido organizado científicamente a la cabeza del movimiento revolucionario. Por decreto o deseo de las personalidades en este caso de Mel Zelaya, no puede plantearse la tesis de que estábamos a las puertas de la formación económica social del socialismo. Lo peor de esta campaña, a todas luces tendenciosa, es que se invocó el nombre de Dios para legalizar una violación flagrante de las leyes hondureñas como lo fue el golpe de estado Michelitista, Llamando al pueblo a la pasividad con la única arma de la oración se condenaba a éste a hacerse el Haraquiri, porque lo que tenemos hoy después del 28 de junio es un estado represivo, conculcador de las garantías constitucionales y enemigo de todo lo que signifique cambios a favor del país y de la ciudadanía.
Después de la condena internacional, del repudio general y de las diferentes posiciones del Papa Benedicto XVI, el Cardenal hondureño trata de negar sus garrafales errores y afirma que no está con los golpistas, al mismo tiempo que llama al mandatario depuesto a no regresar para evitar un baño de sangre, cuando con su silencio libra de culpa a los soldados que mataron a dos jóvenes estudiantes que esperaban a Mel Zelaya en el aeropuerto TONCONTIN.
Diga lo que diga, Oscar Andrés Rodríguez ya quedó en la historia de nuestro país como un Cardenal golpista, enemigo del pueblo, y anti democrático, aunque opine lo que quiera, después del trueno Jesús María.
viernes, 17 de julio de 2009
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