miércoles, 15 de julio de 2009

Subject: Interesante entrevista de hoy viernes 10 de julio

From: Rosario Martinez

Colegas, interesante entrevista de hoy viernes 10 de julio, Leer en
La Prensa Grafica El Salvadorarticulo completo

http://www.laprensagrafica.com/internacionales/centroamerica/45630-si-zelaya-intenta-regresar-tiene-que-distanciarse-de-chavez.html

¿Cree que tras la actuación de la secretaria Clinton de reunirse con
Zelaya y llamar al presidente Arias, EUA volvió a tomar el rol
fundamental de facilitador, que hasta el día anterior, había
preferido depositar en la OEA?

Incuestionablemente.el tipo de declaraciones que estaban dando ambas
partes.... terrible. El presidente Zelaya intentando regresar, los
soldados tirados en la pista; todo el asunto se estaba convirtiendo
en una zarzuela. Después de eso viene la intervención de la
secretaria Clinton, que fue fundamental. Cuando la OEA sale del
tinglado, por sus propios errores, el único actor que podía destrabar
la situación era el Gobierno de EUA, y a muy alto nivel. Entonces la
secretaria Clinton interviene para propiciar un diálogo político, que
era lo que hacía falta, se reúne con el presidente Zelaya y pone su
peso y el de la administración de EUA detrás de ese proceso de
diálogo. Además, tiene el buen tino de seleccionar al presidente
Arias como mediador, no solo porque es una persona muy respetada,
porque tiene la experiencia adecuada para lo que hay que hacer y
sucede que además está ocupando la presidencia del SICA.

"Si Zelaya intenta regresar, tiene que distanciarse de Chávez"
Kevin Casas, quien fue vicepresidente de Óscar Arias entre 2006 y
2007, considera que la única posibilidad para Manuel Zelaya de
retomar la presidencia de Honduras es marcar distancia con el
mandatario venezolano, Hugo Chávez.

Escrito por Julio Marenco Corresponsal LPG desde Washington, D.C. En
Estados Unidos

Si va a haber una consecuencia de esta crisis, debería ser una
introspección seria en la OEA del manejo que se le dio."

Hay una parte de la élite de Honduras que está absoluta y totalmente
aterrorizada de Hugo Chávez y de su cercanía con Zelaya."

Esa amnistía tiene que venir, posiblemente tenga algunas excepciones,
por ejemplo el castigo a los responsables de la muerte del muchacho
el domingo."

Considera, además, que la OEA ha quedado relegada de cualquier
relevancia en resolver esta crisis por una actuación "errática" en
las semanas anteriores y que, una vez más, Estados Unidos ha
imprimido su peso diplomático para solventar la crisis.

¿Cómo ha visto el camino desde que se produjo el golpe hasta hoy?
¿Cree que hubo una buena respuesta de la comunidad internacional,
sobre todo de la OEA?

Yo dividiría la actuación en varias partes. Ciertamente hubo una
respuesta coherente de la comunidad internacional en el sentido de
condenar el golpe como un indiscutible paso atrás en el proceso de
democratización en América Latina. Creo que fue una reacción por la
forma tan descarnada en la que se produjo el golpe. Muy significativa
fue la intervención de los Estados Unidos, pronunciándose desde el
puro principio en contra del golpe, eso dio un mensaje muy
importante, porque todos sabemos que no siempre ha sido el caso, que
han intervenido en América Latina no siempre del lado de la
democracia. Que EUA diera este mensaje fue positivo.

¿Y el segundo momento?

Un segundo momento a destacar ha sido el papel de la OEA, que
francamente ha sido muy errático en todo esto. Hay que irse al
momento anterior al golpe. Esta crisis estaba gestándose desde hace
meses, probablemente nadie pensó que iba a llegar tan lejos, pero se
sabía que el clima de crispación que había podría conducir a un clima
de enfrentamiento entre poderes. La OEA es una institución que tiene
instrumentos para actuar para prevenir crisis y simplemente no los
utilizó. En un último momento, ya en la fase inmediatamente anterior
al golpe hubo una declaración muy desafortunada del secretario
Insulza de que iban a mandar una misión de acompañamiento a la
consulta popular del presidente Zelaya, el centro de toda la disputa.
Esa declaración, que al final la misión no se concretó, debe de haber
alarmado a muchísima gente en Honduras, la posibilidad de que la OEA
legitimara una consulta que las propias instituciones hondureñas
estaban diciendo que era ilegal, fue tremendamente contraproducente.
Después de la ruptura, hay una acción muy fuerte de la OEA, tiene ese
pronunciamiento, pero a partir de allí hay un manejo muy errático de
parte del secretario general. Le dan un ultimátum a las autoridades
de facto, cuya racionalidad no estuvo del todo clara. En medio de eso
hay una visita del secretario general, que es recibido con caras
destempladas. A consecuencia de eso la OEA queda marginada de
cualquier solución política de esto. Si va a haber una consecuencia
de esta crisis es que debería haber una introspección seria dentro de
la OEA del manejo que se le dio a esta situación.

¿Cómo cree que el presidente Arias puede acometer su rol de mediador
para crear confianza entre las partes en el proceso?

Es un proceso muy complejo, sobre todo hacerlo en dos días. Allí lo
único que tiene el presidente Arias es su credibilidad y su profunda
experiencia en este tipo de cosas. Lo que es fundamental, y ojalá eso
no tenga problemas, es que ambas partes se vean la cara, para evitar
que sigan hablándose a través de los medios (de comunicación), porque
cuando solo hablan a través de los medios tienden a subir los
decibeles y hablar para la gradería. Lo de crear confianza tiene que
ver mucho con los interlocutores que haya de cada lado. Habrá que ver
quiénes son los equipos y si es gente que tiene una relación
constructiva con la gente del otro lado. Lo último es que se
comienzan a delinear los acuerdos políticamente factibles, a partir
de lo que van decidiendo las partes y dejar lo más complicado para el
final. Así es como se llevan estas negociaciones. Hacer eso en dos
días es sumamente complejo, pese a que en este caso algunos elementos
de negociación han estado allí desde el principio.

¿Cree que tras la actuación de la secretaria Clinton de reunirse con
Zelaya y llamar al presidente Arias, EUA volvió a tomar el rol
fundamental de facilitador, que hasta el día anterior, había
preferido depositar en la OEA?

Incuestionablemente. Después de lo que pasó el fin de semana, que fue
una farsa, el asunto estaba descendiendo a convertirse en una farsa,
el tipo de declaraciones que estaban dando ambas partes... terrible.
El presidente Zelaya intentando regresar, los soldados tirados en la
pista; todo el asunto se estaba convirtiendo en una zarzuela. Después
de eso viene la intervención de la secretaria Clinton, que fue
fundamental. Cuando la OEA sale del tinglado, por sus propios
errores, el único actor que podía destrabar la situación era el
Gobierno de EUA, y a muy alto nivel. Entonces la secretaria Clinton
interviene para propiciar un diálogo político, que era lo que hacía
falta, se reúne con el presidente Zelaya y pone su peso y el de la
administración de EUA detrás de ese proceso de diálogo. Además, tiene
el buen tino de seleccionar al presidente Arias como mediador, no
solo porque es una persona muy respetada, porque tiene la experiencia
adecuada para lo que hay que hacer y sucede que además está ocupando
la presidencia del SICA.

¿Llegar a al diálogo es un revés para el presidente venezolano, que
era uno de los más firmes impulsores de la restitución incondicional
de Zelaya y que casi ha desaparecido del mapa ahora?

Indiscutiblemente, entre los actores que quedan marginados en este
momento de la solución al conflicto es Hugo Chávez. A mí me parece
revelador que el presidente Zelaya haya aceptado tan rápido e incluso
celebrando la propuesta del presidente Arias como mediador. Es
revelador. Yo le aseguro que si Zelaya hubiera consultado esto con
Chávez o con Daniel Ortega, ambos se hubieran opuesto en los términos
más vehementes. Esto me sugiere que si él ha aceptado, Zelaya está ya
poniendo alguna distancia entre él y el gobierno de Chávez.

¿Cree que el presidente Zelaya lo haga porque no tiene otra opción, o
porque ha visto cómo la figura de Chávez es polarizante no solo en
Honduras, sino en la región?

Creo que es un hombre capaz de entender una de las claves de toda
esta situación. Hay una parte de la élite de Honduras que está
absoluta y totalmente aterrorizada de Hugo Chávez y de su cercanía
con Zelaya. Acá se ha hablado mucho de que las políticas del
presidente Zelaya pusieron en pie de guerra a la oligarquía. Mire, yo
tengo mis dudas de eso. Más que un tema ideológico... a fin de
cuentas lo que hizo Zelaya fue subir el salario mínimo. Eso no es
nada revolucionario, lo hizo el presidente Clinton acá también. A mí
me parece que más que el tema ideológico es una inquietud enorme en
un sector de la sociedad hondureña por la cercanía con Hugo Chávez.
Entonces, una de las claves para alcanzar un acuerdo político y si el
presidente Zelaya intenta regresar a la presidencia, tiene que poner
distancia entre él y Hugo Chávez.

¿Ve una oposición por la rivalidad histórica que ha existido entre
Daniel Ortega y Óscar Arias?

Ah, sí, eso tiene que ver, sin duda. Esa es una rivalidad más del
lado de Ortega, yo no creo que a Arias le preocupe mucho lo que
Ortega haga o deje de hacer, pero la rivalidad viene desde hace 20
años, incuestionablemente.

Hay dos medidas que han surgido como una posible salida a la crisis:
una amnistía general para ambas partes y el adelantamiento de
elecciones de noviembre. ¿Cree que sea posible lograr eso?

La primera de esas medidas es ineludible. Creo que tiene que haber
algún tipo de amnistía o combinación de amnistía con indulto.
Tristemente, porque es triste, que todo el mundo se haga de la vista
gorda de las ilegalidades de todo mundo. Acá todo el mundo se ha
comportado con un desprecio absoluto por el estado de derecho. Esa
amnistía tiene que venir, posiblemente tenga algunas excepciones; por
ejemplo, el castigo a los responsables de la muerte del muchacho el
domingo en el aeropuerto, eso posiblemente pueda quedar fuera de la
amnistía. Pero el comportamiento contrario a la ley del presidente
Zelaya y asimismo el hecho mismo del golpe, posiblemente queden
cubiertos por esa amnistía. Para los militares, ese hecho de que no
se les castigue por haber dado el golpe y haber arrestado al
presidente y ponerlo en un avión, es un tema muy sensible. El tema
del adelantamiento de las elecciones allí sí tengo dudas importantes,
porque a mí me da la impresión de que eso no lo va a aceptar Zelaya,
porque eso es consolidar la consecuencia buscada por el golpe que es
sacarlo del poder e impedirle regresar. A mí me parece que la clave
de esto, y acá está la gran pregunta si esto se va a lograr, es hacer
que Zelaya regrese a la presidencia, lo que no significa que regrese
al poder.

Es decir, que regrese, ¿pero con poderes limitados?

Por allí pasa la solución de esto. Zelaya es posible, y es deseable,
que regrese a la presidencia, es lo que está deseando la comunidad
internacional y sería importante sentar el precedente, que un
presidente depuesto por medios de dudosa legalidad y por militares
regrese a la presidencia. Sin embargo, tendría que haber concesiones
importantes de parte de él. Tendría que renunciar a la idea de
modificar la Constitución, poner distancia entre su gobierno y Hugo
Chávez. Tendría que ponerse un mecanismo de manera que él siga como
presidente, pero que algunas decisiones claves se tomen
colegiadamente.

¿Ve usted, por ejemplo, la instalación de una comisión internacional
de seguimiento de estos acuerdos, de llegar a tomarse?

Es una posibilidad. Si ha de haber algún acuerdo tendrá que vertirse
en un documento en el que deberán nombrarse algunos garantes de ese
acuerdo. Esto no es muy descabellado, alguna gente en Honduras
incluso estaba llamando a intervenir a los cascos azules, no creo que
haya oposición a la idea.

¿Incluso si fuese liderada por la OEA?

Podría ser la OEA, pero el problema de la relación con la OEA de
parte del gobierno transitorio, de facto, está tan deteriorada que
probablemente no lo quieran aceptar, pero creo que sí podría
participar en alguna parte de la implementación de un acuerdo.

¿Qué repercusiones puede haber en Centroamérica tras este episodio?

Creo que esto le hace un flaco favor a la región. La farsa del fin de
semana que descendió todo esto a un nivel muy bajo, confirma muchos
de los estereotipos de la política de América Latina en Europa y en
EUA. Y lo cierto es que la política en la región ha cambiado
muchísimo en los últimos 20 años. Esto que ha pasado en Honduras es
un pobre testimonio de los avances que hemos tenido, que son
indiscutibles, con fragilidades, como lo que ha sucedido en Honduras.
Una de las preguntas que me hago con esto todos los días es que uno
quisiera que tanto Zelaya como Micheletti se hicieran siquiera por un
segundo es: ¿Quién va a estar dispuesto a invertir en Honduras
después de esto? Le está haciendo un daño inmenso a un país que ya de
por sí es muy pobre y muy vulnerable, con más de 50% de la población
bajo la línea de pobreza. Yo le aseguro que los gerentes de los
fondos de inversión en Londres no hacen mucha diferencia entre
Honduras, El Salvador y Costa Rica. A la hora de ver un mapa, lo que
ven es un montón de países a los que tratan igual. Esto que ha pasado
en Honduras es una mala noticia para la región porque afecta la
imagen de solidez institucional que Centroamérica ha ganado en los
últimos años.

¿Cree que esto también tendrá repercusiones en Latinoamérica?

Esta crisis, como incluso la discusión sobre la inclusión de Cuba en
la OEA, ha demostrado que algunos instrumentos como la Carta
Democrática Interamericana necesitan revisiones importantes. Esta
crisis debería propiciar la revisión de esos instrumentos para tener
palancas más efectivas para defender la democracia en América Latina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario