De: Gustavo Campos
San Pedro Sula, viernes 3 de julio.- Ha pasado un día desde la más violenta represión de los militares contra los manifestantes en el parque central de San Pedro Sula, quienes defienden la dignidad de un pueblo humillado, que "luchan por la integridad de su ser". El saldo fue 36 detenidos, más de 100 heridos, 2 muertos, pero el acto de reinvindicación de un ideal de justicia y equidad entre los derechos de todo ciudadano hondureño sigue resistiendo, sigue en pie por esperanza, porque cacerer de ella será un retroceso que traerá desdicha, desencanto total, legimitimando un crimen contra la democracia, crimen contra la fe de los más oprimidos.
Hace un rato oí la queja desesperanzada y el llanto de señoras que dicen que es imposible que nuevamente los ricos sean los que manden, que nunca cambiará la situación, poderosos que cuando se les venga en gana pisotearán una y otra vez la ya maltrecha dignidad de un pueblo condenado a ser esclavo de la miseria.
Un amigo escribe al respecto:
No estamos defendiendo a Mel porque nos interese Mel. Lo hacemos por lo que en este momento decisivo significa defender a Mel. En las pasadas elecciones, cuando votamos por Mel, no lo hicimos por Mel ni por el partido liberal ni por ninguna otra cosa; lo hicimos únicamente porque si no votábamos por Mel quien llegaría a ser presidente era Pepe Lobo, y ya saben: siempre el problema de las opciones restringidas: de los males, el menor.
Ahora apoyamos y defendemos a Mel porque si no lo hacemos estaríamos tácitamente defendiendo a Micheletti y a los militares y al mayor de los atrasos que pueda haber para un país. Que les quede claro de una vez por todas: no somos políticos ni revolucionarios ni ninguna otra cosa: tan sólo defendemos la dignidad, que en este momento está del lado de Mel Zelaya.
Pero ante la desesperanza la Resistencia Popular ha salido a marchar a las 10 am, después del atropello a sus derechos de libre circulación y reunión, a pesar que saben de la disposición de los militares prestos a reprimirlos, de los cientos de militares y cobras y policías a quienes no les importa el pueblo, cuando una de sus misiones es proteger a los ciudadanos, han salido a marchar desde distintos puntos de la ciudad: del colegio 1ro de Mayo, en la FESITRANH (norte de la ciudad) y del Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad, cerca de la Embotelladora de Sula (sur de la ciudad) rumbo al parque, donde se encuentran los desvergonzados uniformados.
Gustavo Campos
sábado, 4 de julio de 2009
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