viernes, 3 de julio de 2009

Cuando las cárceles no son suficientes en el país

Alex Darío Rivera M.*

Cuando las cárceles no son suficientes en el país, nada mejor que declarar prisión a todo el territorio nacional; esa parece ser la reflexión del gobierno usurpador ante la incontenible rebeldía popular que se ha desatado a partir de la negación de un proceso de consulta al pueblo hondureño, misma que fue saboteada por la usurera oligarquía político-económica que planificó traicioneramente junto al ejército “nacional”, un hecho vergonzoso al propiciar un golpe de Estado al Presidente de la República José Manuel Zelaya. La traición de un Congreso “Nacional” hoy en proceso de deslegitimización, la complicidad del Poder Judicial y el servilismo de un ejército que asume con obediencia la orden de reprimir al populacho que pide justicia y el silencio de los medios de comunicación nacional que de manera paradójica alienta la exclamación de cada hondureño, son las escenas nuestras de cada día.

El primero de julio en horas de la noche, en el salón donde de manera ideal se debería legislar en favor de los más desfavorecidos de la sociedad, los “padres de la patria” decretaban la abolición excepcional de sus derechos constitucionales durante las horas en las que fue establecido el estado de sitio. Los propósitos de esta aberrante medida pueden ser múltiples, algunos muy evidentes como coartar la libertad personal en otrora inviolable, para restringirla o suspenderla de manera antojadiza por las instituciones represivas del gobierno de facto. Disponer de un “amparo” para detener e incomunicar a los “atrevidos en no corregirse”, sin ninguna mesura judicial, por muchos más días de lo prescrito en la Constitución de la República, puesto que esto prolonga el tiempo y, éste es vital para continuar tejiendo sus falacias, fortaleciendo el sometimiento y esperando el desánimo y la normalización de la actividad social. Otro objetivo fundamental que logran con esta decisión de suprimir dichos derechos, es limitar la emisión del pensamiento de aquellas personas e instituciones que durante las sombras de la noche se pudiesen amparar para gritar al mundo la infamia, sin olvidar, que de esta forma se encuentra un pretexto para “regular” los medios de difusión que no se apegan al gobierno de facto e implementar la censura a diestra y siniestra, así como también, la pesquisa de los temerarios en hacerlo.

Los golpistas saben bien que es necesario buscar estrategias para controlar a esos subversivos que buscan a otros para alentar sus esperanzas libertarias intentando asociarse y reunirse fortaleciendo su sentido de seres sociales, que los estimula a creer en la colectividad a pesar de que en esta sociedad el ser humano se individualiza; ante ello, es preciso negarles la posibilidad de asociarse y reunirse, ante esta medida, la lógica dice que no podemos acompañar ni hacernos acompañar y, para controlar a esos que buscan manifestarse públicamente o en asambleas demandando sus intereses comunes sin necesidad de solicitar permiso a nadie, como su anterior Constitución lo permitía.

Desde luego, se me olvidaba que es necesario limitar la movilidad de los seres humanos que ante la obstaculación y militarización de las vías de comunicación, se les pudiese ocurrir movilizarse en horas de la noche, es más, hay que crear las condiciones para poder sacarlos de su domicilio o residencia si es digno de desconfianza para el gobierno abusador, puesto que si el sujeto fuere arrestado o detenido, nadie tendrá la obligación de informar a nadie sobre los actos cometidos por el ejército y la policía ya que en este país no tiene sentido hacerlo, a esas horas de la noche, careceremos de nuestros derechos constitucionales.

Ahora bien, recuerden buscadores de justicia, que con esta declaratoria, el domicilio es violable, según los usurpadores, solo se realizará esta acción en el caso excepcional de que ellos consideren de que en esa vivienda se esté gestando una estrategia de conspiración al (des) orden gubernamental de Micheletti. Esos son los propósitos evidentes, pero quizás las intenciones de mayor impacto que los golpistas pretenden, sea inyectar el miedo en los ciudadanos conscientes que quisiesen emprender su oposición, reforzar la represión militar, hacer efectiva la persecución de líderes beligerantes y ante la imposibilidad de apresar a todos los paisanos y paisanas que abogamos por la restitución de nuestro presidente, consideran necesario declarar a todo el territorio hondureño como prisión.

E mail: alexdesantabarbara@yahoo.com

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