Por: Galel Cárdenas
Dos fuerzas de gran magnitud se han enfrentado después del golpe de
estado del 28 de junio. Las fuerzas de los golpistas configuradas por
el grupo de empresarios dueños de los medios de comunicación más
importantes del país, diputados de los partidos conservadores
como el Partido Liberal, Partido Nacional, Partido de Innovación
Nacional y Partido de la democracia Cristiana, junto a las Fuerzas
Armadas, agregado a ello, los periodistas que arengaron, auparon y
apoyaron en todo momento el fatídico golpe de Estado, sin dejar de
mencionar una serie de profesionales universitarios que se prestaron
a conformar un gabinete espurio de gobierno, y no se puede dejar de
mencionar a la cúpula de la iglesia católica y evangélica que se
dieron a la tarea de lanzar una campaña religiosa
satanizando el movimiento popular y al presidente depuesto.
Del otro lado encontramos a todas las fuerzas populares sin distingos
de matices ideológicos, organizaciones civiles, organizaciones de
profesionales docentes y universitarios, organizaciones culturales e
intelectuales que se incorporaron a la lucha contra el golpe de
Estado, unos trabajando en el frente nacional interno y otros
laborando hacia el frente internacional, hacia donde se enviaron las
noticias para solicitar el apoyo mundial contra la dictadura efímera
de Roberto Micheletti.
En este momento, después de intensas negociaciones con la cúpula de
la OEA, de la ONU y otras estructuras paralelas, acompañadas por las
declaraciones y disposiciones de Barak Obama, presidente de Estados
Unidos, e Hilary Clinton, como secretaria de Estados de los
Estados Unidos de Norteamérica, se ha encontrado finalmente, un
mediador que ha sido aceptado por las partes en conflicto, acción que
ha asumido el Dr. Oscar Arias, Presidente de Costa Rica y además,
premio Nóbel de la Paz, 1987.
Las partes, dispondrán de un equipo de negociadores para transmitir
el mando nuevamente al Presidente Manuel Zelaya Rosales. Se da por
sentado que los golpistas, que actualmente dominan el Congreso
Nacional, emitirán un decreto de amnistía que tratará de salvar su
responsabilidad actual y desestimar los delitos que imputaban al
Presidente José Manuel Zelaya Rosales.
Un balde de agua fría está cayendo entre aquellos enemigos gratuitos
que se lanzaran contra el pensamiento, acción y personalidad del
Presidente liberal del Poder Ciudadano, y contra aquellos que lo
vejaron, lo golpearon, principalmente el Estado mayor de las
Fuerzas Armadas quienes lucieron su verdadera vocación represiva,
contra un pueblo pacífico y noble, que por fin conoció en 29 años de
democracia, qué significaba un Presidente dedicado a pensar y actuar
para y por los pobres de Honduras.
Los grandes perdedores en esta injusto golpe de Estado, son los
líderes de los Partidos políticos del Partido Liberal, ahora mismo
candidatos a la Presidencia de la República, para las elecciones
generales de noviembre del presente año, ya que apoyaron con palabra
y acción un rompimiento de la Constitución de la República.
El pueblo en general los ha criticado y rechazado como los
representantes de su soberanía.
Pero el mayor perdedor sería Elvin Santos que aventajaba a su
contrincante Pepe Lobo del Partido conservador, por haber dado la
espalda al presidente de Honduras de su propio partido.
No se sabe cuál será más adelante la intención del voto, como tampoco
se sabe si proseguirá la consulta popular planteada por Manuel Zelaya
Rosales.
Entre tanto, la sola negociación ha traído alegría y sentimientos de
paz en la población en general. Sin embargo, la restitución del
presidente Zelaya se convertirá a nivel nacional en un inmenso
carnaval, donde la alegría y el entusiasmo desbordante serán los
signos del nivel de aceptación que este mandatario tiene en la
población más pobre del país.
Mientras tanto llega el momento propicio de la restitución, habrá
cabildeos de toda naturaleza, y el pueblo preparará su gran fiesta
nacional, que deberá tomar el nombre de DIA NACIONAL DE LA DEFENSA DE
LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE HONDURAS.
LA TRAMPA AÚN ESTÁ CERRADA CON LAS RATAS DENTRO.LA CUENTA REGRESIVA
SIGUE EN CERO.
DÍA DE LUTO Y PROTESTAS :SE SOLTARON LOS GORILAS.
Jorge Alberto Miralda
En los miles de manifestantes que este día caminaron por las calles
de la ciudad capitalina, se podían observar la furia contenida y la
decisión a toda prueba en sus rostros. El luto no impidió que se
manifestaran públicamente -al contrario los unió aún más-, exigiendo
castigo contra los asesinos de verde olivo, sus jefes y los golpistas
quienes son los culpables directos y autores materiales de éstas
muertes y de continuar así el desarrollo de los acontecimientos, las
próximas que vendrán.
Honduras está cansada de mártires, sangre de hermanos que el tiempo
envuelve con su ropaje nebuloso. Ya es tiempo que nuestras madres,
hermanas, novias, esposas dejen de llorar por los seres que aman y
que se los quitan violentamente; por eso, los golpistas deben dejar
inmediatamente y sin condiciones el poder que han usurpado.
¿Por qué tuvieron que matarlos en forma fría, siguiendo las órdenes
de sus superiores? ¿Es que no son hermanos? ¿Ante esto, qué dicen los
verdaderos culpables de este golpe? ¿Qué esperan los organismos
internacionales para intervenir? ¿Será que desean ver correr más
sangre en las calles para interesarse? ¿Qué pongamos más de nuestros
muertos, porque los que han caído no son suficientes? ¿Pueden dormir
los golpistas Trolls con la sangre de hermanos que beben?
Son muchas preguntas que nos hacemos a diario, y no encontramos una
respuesta adecuada a las mismas. Todos los días en las calles nos
cuestionan ¿Cuándo termina esto? Y les respondemos ¡Cuándo entren en
razón los golpistas! Pero sabemos que nuestra respuesta es
evasiva, pues éstos no entienden de razones lógicas, porque a diario
constatamos que sólo entenderán con el uso de la fuerza, misma que el
pueblo hondureño no quiere emplear, pero, si no existe otra
alternativa de diálogo se tendrá que utilizar, porque ante la sangre
de hermanos, quienes no tuvieron la mínima oportunidad de defensa y
los reclamos sin eco de las demandas justas del pueblo, no quedará
otro recurso que emplear la fuerza, que repito nuevamente, no se
quiere usar, pero ante la bestialidad desatada, sólo queda el recurso
de la bestialidad para devolver a los gorilas a sus jaulas.
Ayer cayeron jóvenes que sólo buscaban una Honduras libre de
usurpadores, participaron con la alegría de ser parte de la historia,
sin pensar que entrarían a la misma con su sangre
regada en las calles capitalinas, frente al aeropuerto y viendo al
cielo la aeronave que traía al presidente y la esperanza de una
Honduras libre.
La represión en Honduras sigue desatada en todos los niveles, eso lo
han constatado las agencias internacionales de prensa, implantaron el
Estado de Sitio, intervinieron los teléfonos, -incluso de quien
escribe esta nota-, continúan engañando al pueblo con sus
cadenas de televisión y radio, y aún así, no pueden detener los
reclamos que a diario se dan en las calles... ¿Entonces, qué esperan
para salir con el rabo entre las piernas? ¿El visto bueno de la
ultraderecha norteamericana ante el fracaso del Golpe?
Las protestas continuarán mañana, pasado y siempre, hasta que la
constitucionalidad retorne con el presidente Mel Zelaya en el poder y
la tranquilidad del pueblo hondureño asiente sus bases.
UN CARDENAL COLA DE RATÓN
Galel Cárdenas
Hay un aforismo muy difundido que señala lo que a la letra dice:
dejar de ser cabeza de león para convertirse en cola de ratón.
Pues bien, eso es precisamente lo que le ha sucedido al Cardenal
Oscar Andrés Rodríguez, quien en la coyuntura política de
enfrentamiento entre los pobres y los ricos, entre el sector popular
y los grupos fácticos de poder económico y mediático, prefirió
caminar por el sendero de la buena vida, del confort económico, de la
seguridad oficial, de las canonjías políticas, del misal que bautiza
y bendice las monedas de oro, aunque estas se manchen con sangre del
pueblo, con persecución, cárcel y apaleos, en este momento
histórico, cuando el pueblo en las calles reclama que su democracia,
donde el soberano elige directamente los presidentes, su democracia
sea respetada tal y cual eligió con su voto en las elecciones del año
2005.
Así que, con la música de la empresa privada y del poder efectivo de
las armas, el ciudadano Oscar Andrés Rodríguez, alias Cardenal de la
de la grey católica de Honduras, escogió convertirse, sin que nadie
lo llamara para hacerlo, en cola de ratón, es decir cómplice ideo-
religioso-político de la dictadura asumida por Roberto Micheletti,
después que el ejército usando su fuerza represiva, golpeara, vejara
e irrespetara la investidura del Presidente Manuel Zelaya Rosales,
con cuya acción se satisfizo el mandato de la élite del poder fáctico
y mediático de Honduras, misma que para infortunio del Cardenal
servil,
fuera desestimado por el Departamento de Estado norteamericano, quien
rechazó la comisión
de negociación nombrada oficialmente por el dictador Micheletti y su
camarilla golpista,
quien pretendía explicar la "sucesión presidencial" que sólo en sus
cabezas afiebradas por
el poder absoluto puede existir.
El gobierno Norteamericano ha reiterado desconocer el régimen de
facto, con ello, el
Cardenal Rodríguez pone en ridículo al Vaticano, quien en su momento
deberá desconocer
también este régimen nacido por la fuerza militar y la confabulación
civil para
defenestrar al legítimo presidente de Honduras Manuel Zelaya Rosales.
Salvo que el Papa Benedicto XVI, diera su bendición a un gobierno de
facto en América
Latina, cuando precisamente la OEA, ha declarado fuera de su
jurisdicción de reconocimiento al dictador Micheletti, y cuando, así
mismo, la ONU ha condenado casi por aclamación el rechazo y condena
total de este gobierno títere de la empresa privada.
El cardenal Rodríguez, ahora ciudadano común para el pueblo hondureño
que ya no respetará su investidura, y no querrá confesar sus pecados
con un cómplice de este régimen, tendrá que cargar como MEA CULPA la
represión que se ha ejercido brutalmente contra el pueblo
que se manifiesta por 9 días consecutivos contra el actual desorden
de cosas, sobre todo cuando ya ha sido salpicado de sangre por
muertos, heridos, golpeados y encarcelados.
La espiritualidad católica que debe ser la mística del fundador del
cristianismo, se ha esfumado de pronto, y sus adeptos están
desprotegidos de la bendición de un jerarca de la
iglesia, pues, no podría acoger espiritualmente, bajo el manto del
Señor Crucificado que murió por su pueblo, si ha bendecido un
gobierno dictatorial.
Que paradoja histórica tan terrible.
Es que la política le pertenece a los hombres que han luchado por el
bien o el mal de los pueblos, por conducirlos a la felicidad
colectiva o hacia el paredón de los sufrimientos.
Allí los muertos y los vivos declaran su credo político, equivocado o
no.
Pero todos ellos, podrían cobijarse bajo la palabra prudente,
tolerante y sabia de un consejero espiritual que siguiendo las
palabras divinas del evangelio, socorra al necesitado, alivie las
penas al delincuente político o no y ruega a Dios por el alma de
los caídos en combate.
El papado es la cabeza de la iglesia católica, allí se llega por
santidad y no por complicidad y mucho menos por desobedecer la
palabra del señor Jesucristo, padre del amor al próximo, cuya
revolución moral y mística fue asentada en aquella frase universal:
cuando recibas un golpe en la mejilla izquierda pon la derecha. Y el
pueblo en esta hora crucial está poniendo la mejilla derecha.
miércoles, 8 de julio de 2009
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